domingo, 4 de marzo de 2012

Capítulo cinco

[Narra Claudia]
-¡Un, dos, tres, cuatro! ¡Vamos Lisa que te duermes! ¡Mike, ¿Qué ha sido eso?! ¡Venga, ponerle más ganas! ¡Katy no te distraigas!
Observo a mi clase con el ceño fruncido, sé que ellos no tienen la culpa de nada, pero no puedo evitar estar de mal humor...
-Vale, dejarlo ya, vamos a cambiar de canción, esto no funciona.- me dirijo hacia los grandes altavoces y agarro el iPod para buscar una nueva canción.
-¿Pero qué le pasa a esta hoy?- oigo que Katy le pregunta a Melanie.
Hago casi omiso del comentario y dejo el iPod a un lado.
-Vale, cambio de planes. Ya está bien por hoy. El próximo día continuamos.
Me apoyo en los altavoces con las manos tapándome la cabeza, y oigo como todos van saliendo de allí.
-Clau, relájate. Vas a acabar matándoles.- levanto la cabeza y me encuentro a Nate mirándome, no le he oído entrar.
-¿Qué haces tú aquí?- me doy la vuelta y empiezo a recoger mis cosas para marcharme. Nate se encoge de hombros.
-Solo quería pasar por aquí para ver cómo te iba.- alza las cejas mirando la sala vacía -aunque veo que no he escogido el mejor momento...- se gira de nuevo hacia mí y fija su mirada en mis ojos -¿Qué ha hecho que estés de tan mal humor?
Miro hacia otro lado, no me gusta que me vean cuando estoy enfadada o triste. Pero al fin y al cabo, es Nate.
-Nada... La misma discusión de siempre con mi madre.- me giro hacia él, y entonces exploto -¡Es que no puedo más! Es siempre lo mismo. Que si así no vas a llegar a ningún lado, que si ya tenemos una edad, que si tengo que pensar en el futuro, que si mira tus amigas lo responsables que son... No me toma en serio, Nate.
El aludido me escucha con atención, es una de las cosas que más me gustan de él.
-Bueno... No lo hace con intención de molestarte, Claudia. Sabes que lo dice porque se preocupa por ti...
-... Y en el fondo tiene razón, no hace falta que termines la frase. Ya lo sé. Pero esto realmente me gusta, Nate. Soy feliz dando clases de baile, me encanta pensar nuevos pasos, crear coreografías para diferentes canciones... No sabes lo orgullosa que me sentí de mi grupo y de mí misma cuando ganaron ese concurso el año pasado. Es lo que realmente quiero hacer en un futuro.
-Pero Clau, así no ganas lo suficiente para sobrevivir. Estos chicos te pagan lo mínimo, sobretodo porque no son clases oficiales. Y dentro de unos años querrás independizarte, y no podrás. Es eso lo que le preocupa a tu madre...
-Vale, Nate, me queda claro. Gracias por hacerme sentir como una niñata caprichosa y consentida.- hecha una furia cojo todas mis cosas y salgo corriendo de allí. Me subo a mi vespa y arranco a toda velocidad, lo único que me apetece ahora es perderme por las calles de esta ciudad y alejarme de los pensamientos que se me agolpan todos a la vez en mi cabeza. Cambio de marchas, quiero ir más rápido. Me doy cuenta de que no me he puesto el casco, pero no me preocupa. Acelero un poco más y adelanto a un par de coches. De repente, el semáforo que dirige el cruce por el que estoy a punto de pasar se pone en rojo, lo que me obliga a dar un brusco frenazo para no comerme al coche plateado que está delante de mí. Las ruedas chirrían y la moto se detiene. Me quedo inmóvil unos segundos, mientras la adrenalina corre por mis venas. Cierro los ojos un instante, y pienso en lo mucho que daría ahora por salir volando de allí y refugiarme en otro mundo, un mundo en el que no hubiera tiempo, en el que no hubiera prisas ni estrés, en el que pudiéramos hacer lo que nos gusta y ser felices eternamente. Un estruendoso pitido me saca de mis pensamientos, y avanzo, esta vez más lentamente, hacia Hide Park. Es mi sitio preferido en esta ciudad. Siempre encuentras un sitio tranquilo donde sentarte y pasar horas simplemente escuchando música o escribiendo lo que piensas.
Me adentro en el parque con las manos en loa bolsillos de mis pantalones de chandal, los que siempre uso para dar clase. Pongo el móvil e silencio, no quiero que me molesten. Encuentro una parte de jardín solitaria, y me tumbo en la hierba con un brazo tapándome los ojos. No sé cuanto tiempo paso así, pero cuando me incorporo ya se ven en el cielo los tonos naranjas del atardecer.

[Narra Nate]
Miro de nuevo la dirección que he apuntado en un trozo de papel. Según ésta, tiene que ser aquí. Alzo la mirada hacia el enorme edificio de oficinas que tengo delante, suspiro y entro dentro.
Después de ver a Claudia así, se me ocurrió algo. Y puede que no sirva de nada, pero si sale bien, será lo mejor que pueda regalarle a mi mejor amiga.
-Disculpe, ¿Se encuentra aquí Phil Morris?- le pregunto a la mujer que se halla detrás del mostrador. La secretaria me mira de arriba a abajo, evaluándome. Por la mueca que me dirige deduzco que no le gusta lo que ve, pero no le doy importancia.
-Ahora el señor Morris se encuentra ocupado. ¿Quiere que le deje algún recado?
-Es igual, vendré en otro momento.- al fin y al cabo, no creo que le diera el recado que tengo para él.
Me doy la vuelta para marcharme, pero antes de salir me fijo en que el ascensor que lleva a las plantas superiores está abierto y vacío. Miro disimuladamente hacia la antipática secretaria, y tras cercionarme de que no me vigila me adentro en el ascensor y pulso la planta 4. No sé si será esa, pero preguntare allí.
Cuando el ascensor se abre ya me he metido la camiseta por dentro de los vaqueros y he guardado el la mochila mi gorro de lana. Tengo que dar buena imagen si quiero que me tomen en serio.
-Buenas tardes, ¿Se encuentra disponible el Señor Morris?
El hombre bigotudo alza la cabeza y me indica la planta de arriba.
-Temo que se ha equivocado usted de planta. El descacho del señor Morris se encuentra en la quinta. Ahora mismo está manteniendo una importante videoconferencia con unos clientes italianos, pero encontrará una sala de espera junto al pasillo principal.
Le doy las gracias y subo al piso de arriba. Efectivamente, la puerta del despacho está cerrada, y otra secretaria me indica que espera en la sala que me ha comentado el hombre de abajo.
Me siento a esperar, mientras ojeo unas revistas donde solo se habla de películas se baile y bailarines y coreógrafos famosos. Me imagino a mi amiga en una de esas portadas, y poco a poco la emoción se apodera de mí.

[Narra María]
-No sé chicas, a mi me gusta. Tiene buenas vistas y es bastante amplio. -Ana pasea la mirada por la sala donde nos encontramos.
Hoy hemos ido a ver más pisos, el otro día no encontramos ninguno que les convenciera.
-Sí, ya veras cómo el precio no te gusta tanto...- murmuro. Por suerte no me oyen. No lo puedo evitar, me siento desplazada, todas van a vivir los próximos años juntas en Londres y mientras yo tendré que quedarme en Madrid, sola... Bueno, no quiero dramatizar, tengo más amigos, pero las echaría mucho de menos, y no puedo evitar morirme de envidia.
-Venga, ¡Este es perfecto!- Alice nos mira a todas con los ojos brillantes de emoción, esperando nuestra aprobación. Mientras, la chica que nos ha enseñado el piso se aleja unos pasos para que podamos discutirlo tranquilamente.
-No sé, no me convence... El salón es muy pequeño. Y el baño bastante antiguo, habría que arreglarlo, igual que la cocina...- Anita lo observa todo con ojos crítico, está segura de encontrar el piso perfecto.
-Ya, pero entonces se nos va el presupuesto. Eso mis padres me lo han dejado más que claro...- dice Ana.
Miro la hora, hemos quedado con Claudia para cenar. Y puede que vengan loa chicos también. Han pasado un par de días desde que loa conocimos y ya estoy deseando verles de nuevo, sobretodo a Harry, para qué negarlo.
-Chicas, daos prisa, que sino vamos hacer esperar a Claudia.
-Pero si siempre llega tarde...- dice Alice.
-Bueno, nos lo pensamos. Todavía tenemos que ver el de East Dulwich, luego ya decidiremos.- Ana se dirige hacia la agente inmobiliaria, que nos conduce a la salida y nos despide amablemente.
-A mí el que más me ha gustado es el primero.- susurra Anita
-¡Pues haberlo dicho antes!
Salimos y cogemos un taxi que nos lleva al bar del padre de Claudia, donde hemos quedado.

[Narra Liam]
-Bueno, ¿Entonces vamos o no?
Miro el panorama, ninguno tiene micha pinta de movilizarse. Harry está despatarrado el su sofá, jugando con desgana a la Play con Niall, que se encuentra en una posición similar a la suya. Y Zayn está medio sopa el el sillón contiguo.
Ninguno me responde, así que deduzco que la respuesta es no.
Louis nos había dicho de ir a cenar a algún sitio, pero me parece que lo mejor será que venga él aquí y pidamos algo. Suena mi móvil, veo quién es y respondo.
-Hablando del rey de Roma...
-Eh, ¿venís o no?- me interrumpe Louis.
-Eso acabo de preguntar yo, pero ninguno está muy por la labor... ¿Por qué no vienes tú y me ayudas a despabilarlos?
-Está bien, ahora voy. Ve preparando la pistola de agua.
Cuelga sin darme tiempo a responder, y en 20 minutos aparece por la puerta.
-Tíos, ¿Qué hacéis así? Venga, no me pienso quedar otro día más encerrado en casa. En mí, casa, por cierto. No os acostumbréis a estar tan cómodos, ¡que yo no soy tan benevolente como Harry!- Louis va zarandeando a los tres vagos uno por uno, recibiendo una bofetada de su compañero de piso y una patada de Zayn -¡Ay! Desagradecidos... Encima que os iba a llevar con las amigas de mi hermana otra vez... Que se nota que congeniasteis muy bien, eh- me guiña un ojo mientras dice esto, y yo miro hacia otro lado reprimiendo una sonrisa. Es cierto, fueron muy majas todas, a pesar de que solo estuvimos unas horas con ellas.
Tras oír esto, los chicos se incorporan y se despejan. Harry va a su habitación a ponerse algo más elegante que un viejo pantalón raído de chandal y una camiseta del pato Donald, y Zayn entra al baño para lavarse la cara y peinarse de nuevo.
-Harry, ¿Vamos en tu coche?
-Como queráis- me responde éste desde su cuarto.
-Mejor sí, que es mas grande que el de Louis- dice Niall, que se está calzando sus zapatillas preferidas.
-Eh, pero el mío mola mas que el de ricitos.
Un rato después salimos hacia el bar donde nos ha citado Claudia. No está lejos, podríamos haber ido andando, pero preferimos coger el coche para no encontrarnos con ninguna de nuestras chicas. Tendríamos que parar a firmar autógrafos y hacernos fotos, y llegaríamos tarde a la cita. Y estoy seguro de que ninguno quiere que eso ocurra.

------------------------------------------

¡Lectoras! Aquí os dejo el capítulo cinco, espero que os guste :3
Por favor, comentad en el blog o en el tuenti lo que pensáis, tanto si es bueno como si no :) ¡es importante para mí!
Aquí os dejo mi twitter, siempre sigo de vuelta :)
@Clau_C_A
Y si queréis salir en la novela, podéis decírmelo también, veré lo que puedo hacer ^^
¡Os quiero!

4 comentarios:

  1. 0ola soy yo de nuevo! Robmaniaca! jejje emm, al proximo capitulo y eso podriia salir yo? Jejeje! Graciias!

    ResponderEliminar
  2. Claro :D pero me tienes que mandar un privado con tu personalidad y qué personaje quieres ser, y ya te diré si está disponible ^^

    ResponderEliminar