jueves, 1 de marzo de 2012

Capítulo dos

[Narra Claudia]
Dos días después.
"Loving you could be a crime..."
Adoro esa canción. Creo que nunca me cansaría de escucharla. Mientras la voz de Jason Derulo invade mis oídos, aprieto el acelerador de la moto y me alejo veloz del concurrido cruce. La vespa amarilla y yo circulamos por las calles de Londres a toda velocidad, haciendo que mi largo pelo vuele hacia atrás por debajo del casco de Chupa Chups que Daniela me regaló por mi cumple. Voy tarareando mientras cambio de marchas y toco la bocina para que una anciana que conduce un viejo Mercedes me deje pasar. ¡Me pone negra cuando van tan lentos!
Llego a mi calle y disminuyo la velocidad, para que mi madre no me venga otra vez con su rollo de "algún día te vas a matar, conduces como una loca" y demás. Qué se le va a hacer, le tiene pánico a las motos, al fin y al cabo está harta de ver víctimas de estos accidentes en comisaría. Es increíble lo poco que nos parecemos... Pero aun así la quiero.
Aparco la vespa donde siempre, y la ato a la farola de enfrente de casa. El Mini azul de mi madre está aparcado en la entrada, debe haber vuelto ya del trabajo. Miro el reloj, solo son las 5 pm. Seguramente vendrá a pasar la tarde y luego se ira para el turno de noche.
-Holaaaaaaaa- saludo a mi madre con un beso en la mejilla, está sentada en el sofá leyendo un libro.
-Hola cariño- me sonríe y vuelve a su lectura.
-¡Hola Clau!- Maya se encuentra en la alfombra, coloreando en un cuaderno de Disney. Levanta una de sus pequeñas manitas y me saluda. Me acerco a ella y la abrazo fuerte sin parar de darle besos en sus morenos mofletes.
-Ay, ¡Para!- me dice riéndose. Río con ella, su risa es tan contagiosa...
-¿Qué tal está mi enana preferida?
-Muy bien. Mamá me ha comprado chuches- esto último suena más como "chuchez" debido a su seseo, que se niega a corregir. Me muestra una gominola de fresa.
-Mmmm... ¡Que rico!- hago el amago de quitarsela, pero ella la oculta rápidamente tras la espalda. Suelto una carcajada, y oigo que mi madre se ríe conmigo desde el sofá. Me giro hacia ella, ha dejado el libro a un lado y nos observa. Sobretodo a mí. Y eso no es bueno.
-¿Qué tal te ha ido?
-Muy bien, había quedado para comer con Nate y Ayane, la estudiante de intercambio que está en su casa. Es japonesa, nos ha contado cosas muy interesantes- respondo con entusiasmo, intentando distraerla.
-Ah, que bien, siempre es bueno saber cosas nuevas. Por cierto... -se recoge un mechón de pelo rubio detrás de la oreja. Allá va -¿Has pensado ya en lo de la universidad?
Oh no, otra vez no.
-Mamá, ¿Cuántas veces me vas a preguntar lo mismo?- me pongo en pie para mirarla desde arriba.
-Las que haga falta- genial, ahora se ha puesto a la defensiva -Ya te has tomado seis meses de descanso, con tus clases de baile y eso, pero deberías empezar a pensar en tu futuro, en tener un trabajo serio y del que puedas vivir. Y aquí hay muy buenas universidades, ¡no deberías desaprovechar la oportunidad!- se levanta también, es más alta que yo.
-¡Ni siquiera sé si quiero ir a la universidad!- le respondo más alto de lo que quería -Así soy feliz, mamá. Me gusta bailar y me gustan mis clases de baile. Sin embargo, no me gustan todas esas "estupendas" carreras que tienes pensadas para mí. No me gustaría trabajar en una oficina, todo el día delante de un ordenador, ni ser médico, ni abogada, ni nada. Me gusta bailar, ¿Por qué te cuesta tanto entenderlo?- acabo gritando sin querer, y es que en el fondo sé que tiene razón.
Cojo mi maxibolso que había dejado en el hall y salgo por la puerta dejando atrás una Sara enfurecida y una perpleja Maya. En estos casos, y en muchos otros, siempre recurro a lo mismo: Lottie.
Llamo a la puerta de los Tomlinson, el chalet contiguo al mío. Cuantas veces Lottie y yo nos habremos quedado hablando por el balcón, cuando mi madre me castigaba...
Una voz alegre me responde desde dentro.
-¡Está abierto!
Empujo la puerta, que se abre y deja paso al amplio salón. La radio está puesta, y suena una canción de Adele que se oye por toda la casa. Es increíble la importancia que tiene la música en esta familia, y más desde que Louis ha llegado tan alto.
Una cara sonriente se asoma desde la cocina.
-Qué hay, Jay
-Hola Claudia, cariño. ¿Buscas a Lottie, verdad?- me dice con una sonrisa
-Sí, ¿está arriba?- le devuelvo la sonrisa y justo veo aparecer bajando las escaleras, vestida con unos vaqueros oscuros ajustados y elegante blusa de encaje negro, a conjunto con unos altísimos tacones del mismo color.
Frunzo el ceño, extrañada.
-¿Y tú dónde vas así?
-¿Qué haces así todavía?
Hablamos a la vez, lo que nos provoca un breve ataque de risa de esos a los que ya estaños acostumbradas. La dejo hablar a ella primero.
-Clau, tía, que hoy actúa mi hermano en la inauguración de NEW. ¡Te lo dije hace una semana! Y me prometiste que vendrías...- me mira poniendo ojitos, y enseguida me olvido de la discusión con mi madre.
Me llevo las dos manos a la cabeza, abriendo mucho los ojos.
-¡Es verdad! Se me había olvidado completamente... Pero, Lottie, ¿estás segura de que te dije que iría? Ya sabes que no me gustan los sitios abarrotados de gente, y menos si esa gente son cientos de niñas histéricas... Tengo una viviendo en casa, sé de lo que hablo.
-¡Claudia! ¡No puedes hacerme esto!- mi amiga gesticula exageradamente con las manos, y veo por el rabillo del ojo que Jay nos observa conteniendo la risa -Ya tengo las dos entradas preparadas, y además ¿Quién se supone que me va a llevar sino? Mi madre tiene que quedarse con las pequeñas...-
-Ah, ¡así que solo me quieres de taxista eh!- suelto una carcajada -Venga, no te pongas así, que te acompaño. Pero al menos tendrás sitios privilegiados, ¿No? ¡Que por algo eres la hermana de la estrella!
Lottie pone los ojos en blanco y tira de mí para que subamos al piso de arriba.
-Sí, claro, en el palco real, ¿No te fastidia? Anda ven, te dejo algo de ropa, que la realeza no puede presentarse con esas pintas.
Miro mis desgastados vaqueros y mi sudadera de Italia, supongo que tiene razón, así que le sigo escaleras arriba y ambas entramos en su habitación para probarme diferentes conjuntos hasta que decide que voy lo bastante guapa como para no eclipsarla. Lottie, qué le vamos a hacer.

[Narra Harry]
-Uf, hay mucha gente, se suponía que iba a ser un concierto inofensivo- Liam se ha asomada a la ventana, y pese a estar al otro lado del escenario, se ve el cúmulo de fans que esperan ansiosas a que salgamos-
-¡Vamos a tener que darlo todo chicos!- digo frotándome las manos
-¿Y desde cuándo eso ha sido un problema, Harreh?- Louis me guiña un ojo mientras la maquilladora trata
de mantenerla quieto. Todos reímos, menos ella, que acaba dándose por vencida y se dispone a maquillar a Niall. Uf, de mal en peor. Pobre chica.
El móvil de Lou empieza a sonar.
-¡Lottie! ¿Habéis llegado ya?- Levanto la cabeza ante su uso del plural -Ajá, vale, tú ve a la puerta de atrás, Jessica ya te conoce. Ahora nos vemos.-
-¿No viene sola?- al parecer Zayn también se ha dado cuenta. Seguro que adivino su próxima pregunta -¿Es guapa?- ¡Ajá! Adiviné.
Todos reímos, no tiene remedio. Sin embargo, veo como Louis desvía la vista hacia la ventana. Espera a que la maquilladora se vaya, y entonces sigue hablando.
-Es más que guapa, tío. O por lo menos antes lo era, hace años que no nos vemos. Cuando pasé el verano en casa ella estaba en España, es de allí.
-Wow, una española... Tiene buena pinta. Continúa- dice Zyan
-Si no hay mucho más que contar, simplemente eso. Es muy amiga de Lottie, por eso la acompaña hoy. La verdad es que tengo ganas de verla ya...
-¿A tu hermana o a la chica misteriosa?- digo sin poder evitarlo. Louis me da un codazo y los demás se ríen.
-A las dos.
Justo entonces entra Paul y nos avisa de que en 10 minutos salimos. Todos nos levantamos, a pesar de que han pasado casi dos años no podemos evitar sentir nervios cada vez que tenemos que dar un concierto, aunque ninguno de nosotros los admitiría jamás.

[Narra Claudia]
Estupendo. Estamos rodeadas de un maratón de niñas a punto de sufrir un infarto.
Lottie y yo hemos dejado la moto aparcada un par de calles más abajo, no había sitio más cerca. Hemos tenido que venir andando hasta aquí, y ahora no encontramos la puerta por la que se supone que deberíamos haber entrado hace 20 minutos.
-Lottie, llama a tu hermano, así no vamos a entrar en la vida.
Me hace caso. Al parecer tenemos que preguntar por una tal Jessica, y para eso tenemos que rodear el edificio. Seguimos las indicaciones de Louis y en cuestión de minutos nos conducen por un largo pasillo a los camerinos de los cantantes. Es ahí cuando empiezo a ponerme nerviosa.
No soy una gran fan de One Direction, desde que empezaron a tener tanta fama, pero aun así... Nunca he conocido a un famoso.
A Louis ya le medio conozco, cuando me hice amiga de Lottie aun no había ido a X Factor y le veía de vez en cuando por su casa. Nos llevábamos bien, pero han pasado años desde que la última vez que hablé con él. Podría haber cambiado...
Sumida en mis pensamientos, no me doy cuenta de que Jessica se ha detenido frente a una puerta blanca donde se ve un letrero que reza "1D".
Nos hace una señal para que entremos, y mi amiga gira el pomo de la puerta. En seguida se lanza a los brazos de alguien.
-¡Louis!

1 comentario:

  1. Soy Anón, ya sabes :$ jiji, voy a por el 3, por cierto, me llamo carla, si me quieres agregar al tuenti, soy Carlita Love:$

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