miércoles, 28 de marzo de 2012

Capítulo diecisiete

Dos semanas después.
[Narra Claudia]
-Hasta el próximo día chicos. Marco, te olvidas tu gorra- la cojo del suelo y se la tiendo a su dueño, que estaba saliendo del almacén hablando con Amanda y Estela. Todavía se me hace muy extraño que ésta última esté saliendo con mi hermano... Hablando del rey de Roma, acaba de aparecer por la puerta. Busca a alguien con la mirada, y cuando la encuentra se dirige a ella y la abraza con fuerza alzándola del suelo por unos instantes.
-¡Ay, Pablo! Bájame...- exclama mi alumna entre risas y besos.
-Llego tarde... Me habría encantado verte bailar...- mi hermano le acaricia el pelo y la vuelve a besar mientras ella le rodea el cuello con los brazos. Vale, ya está bien.
-Ejem...- me hago notar y me cruzo de brazos mirándoles con una ceja levantada. Estela me oye y se separa de Pablo, algo avergonzada, pero parece que mi hermano no me ha oído en absoluto, porque la mira extrañado con el ceño fruncido.
-¿Qué pasa Estela?- pregunta preocupado.
-¿Hola? Estoy aquí.- levanto una mano y exagero un saludo. Él posa su mirada en mí durante un segundo, en el que pone una mueca de disgusto, y acto seguido toma a su novia de la mano y se encamina hacia la salida mientras farfulla un "adiós". Estela se despide de mí con una mano y una amplia sonrisa, pero puedo ver que se ha sonrojado. Bueno, tendré que acostumbrarme.
Cuando han salido al exterior me acerco a los altavoces y enchufo mi iPod. Sé exactamente qué canción poner, Louis me ayudó a elegirla y luego las chicas dieron su visto bueno. Quería tener el mayor número posible de opiniones; no quiero que quede ningún cabo suelto para el día de la competición. Voy directamente a la "T" en la larga lista de canciones. Aquí está. "Turn my swag on". Le doy al play y me coloco en el centro de la sala, preparada para empezar. Ya casi tengo el baile acabado, solo me falta retocar algunos pasos y ya estará listo. Al principio tenía mucho miedo, me sentía tan indefensa frente a tantos bailarines expertos... Pero ahora voy más segura de mí misma, sé que puedo hacerlo.

[Narrador 0]
-Wow, es genial. Y nos pilla muy cerca de nuestra casa- comenta Louis admirando el piso nuevo de las chicas.
-Es cierto... Podría mudarme aquí, ¿Qué me decís? ¿Hay suficiente espacio en tu habitación para un ocupante más?- dice Zayn divertido, dirigiéndose a Ana en la última pregunta y abrazándola por detrás. Todos ríen y alguno de los chicos pone los ojos en blanco, ya se esperaban algún comentario parecido por parte del moreno.
Alice se encarga de hacer de guía, y va enseñando a los chicos las diferentes habitaciones del apartamento, acabando con las tres habitaciones de cada una de las chicas más una de invitados. María mira esta última con nostalgia, le encantaría que fuera la suya.
Luego se sientan en el salón y lo estrenan sacando algunos aperitivos. Hablan entre todos y sin quererlo la conversación deriva al excoreógrafo de One Direction, Paul.
-Y menos mal que ahora no tenemos conciertos, porque ninguno de nosotros tiene mucha imaginación para eso del baile...- dice Harry, que acaricia la mano de María con cariño.
Niall levanta la cabeza de su bolsa de patatas con fingida indignación, pero antes de que pueda decir nada Louis habla en su lugar.
-Y tú el que menos, rubio- exclama son seriedad al principio, aunque al ver la expresión perpleja de su amigo se echa a reír seguido de todos los demás.
-Hablando de bailar, ¿dónde está Claudia?- pregunta Liam acomodándose en el sofá para estar más cerca de Anita.
-Em... Tenía que dar clase- contesta María agachando la cabeza. Nunca se le ha dado bien mentir. Harry pasa una mano por si espalda para tranquilizarla, sin saber que en realidad con ese contacto la altera más.
Zayn frunce ceño y mira su reloj.
-¿Tan tarde?- pregunta extrañado.
-Sí- responde Louis con seguridad. Odia mentir a sus amigos, pero no le queda otra opción -Ya sabes que a Claudia no le gusta nada madrugar, así que prefiere empezar más tarde las clases aunque tenga que acabar tarde también- se encoge de hombros para quitarle importancia al asunto y nota cómo Anita le mira por el rabillo del ojo con una expresión indescifrable. Ana cambia de tema rápidamente y parece que ninguno de los chicos se ha dado cuenta de nada. Cuando llega la hora de comer, Liam se lleva a Anita a comer a un restaurante (ella le ha hecho prometer previamente que la dejará pagar); Harry y María han reservado a su vez en el Blues ya que desde el día de su reconciliación lo ven como "su sitio"; Zayn y Ana han decidido prepararse algo rápido en el nuevo piso de las chicas; y Louis ha invitado a comer a su casa a Niall y Alice, aunque en su fuero interno espera poder disfrutar también de la presencia de Claudia en esa comida.

[Narra Louis]
-Bueno, un aplauso a la cocinera, ¿No?- exclama Claudia, que finalmente se ha unido a la comida, refiriéndose a Alice. Niall se levanta de su silla y le dedica a ésta la mejor de sus ovaciones, haciendo que la chica se sonroje.
-Pero si Louis lo ha hecho casi todo...- dice mirándome.
-Louis lo único que ha hecho ha sido jugar un rato con las zanahorias, hasta que te has puesto tú a cocinar de verdad la paella, y él ha hecho como que colaboraba- me recrimina Claudia apuntándome con el tenedor. Niall asiente afirmativamente con la cabeza y a mi no me queda más remedio que darle la razón.
-Ha sido un placer servirles, señoras y señores- dramatiza Alice levantándose de su sitio y haciendo una graciosa reverencia. Todos la aplaudimos con algún que otro silbido de admiración y carcajadas por parte de todos. Luego recogemos la mesa y los cacharros entre Niall, Claudia y yo y nos acomodamos en salón. Claudia y yo ocupamos el sofá grande.
-Ya está- dice Niall guardando el último vaso en el lavavajillas -Ya que tú cocinas, nosotros recogemos- comenta dirigiéndose hacia el sofá donde se encuentra Alice y sentándose a su lado. No la hemos dejado levantarse de ahí en ningún momento a pesar de que ella también quería ayudar.
-Es cierto, encima que nos ha preparado esa paella tan estupenda con los pocos ingredientes que teníamos en casa...- digo intentando excusarme. La nevera estaba casi vacía, hace mucho que ni Harry ni yo vamos a comprar.
-Sí, tu pon excusas... ¡Nos invitas a comer y luego resulta que no solo no cocinas, sino que ni siquiera tienes lo necesario para que otros lo hagan!- me reprocha Claudia exagerando la situación, como si hubiera estado a punto de condenarlos a muerte. Como única respuesta extiendo un brazo y le revuelvo el pelo, cosa que sé que le molesta un montón. Se revuelve en el sofá intentando liberarse, y acaba con la larga melena despeinada y parte de ésta tapándole la cara.
-¡Eh! ¡Pero qué te he hecho yo ahora!- se abalanza sobre mí para responderme con lo mismo con lo que la he atacado yo, pero le sujeto las muñecas a tiempo y logro salvar mi cabello de sus garras. Oigo sus carcajadas sofocadas por debajo de la maraña de pelo, y mientras seguimos con nuestra lucha veo por el rabillo del ojo cómo Niall se ha levantado de su asiento y nos mira riendo.
-Chicos, yo me voy- dice el rubio agachándose para besar a Alice en la mejilla. Claudia se detiene un momento en su intento de despeinarme y le mira con curiosidad.
-¿A dónde vas?- pregunta justo cuando Alice abre la boca para formular la misma pregunta. Ambas amigas se miran y echan a reír ante esa coincidencia para más tarde girarse hacia Niall en busca de una respuesta.
-Tengo que resolver unas cosillas...- dice mientras agacha la cabeza y mete la manos en los bolsillos. Qué mal mientes, amigo mío. Sé que trama algo, pero prefiero no decir nada delante de las chicas, ya se lo sacaré más adelante cuando estemos solos.
Alice le mira apenada y le ruega con la morada que se quede, pero Nialler se limita a acariciarle el pelo y despedirse de los demás para después irse a ese misterioso lugar. Los tres nos miramos durante unos segundos y enseguida comenzamos a charlar y bromear sobre la primera tontería que se nos pasa por la cabeza.
Al cabo de un par de horas, justo cuando nos hemos puesto de acuerdo en salir al jardín de nuestra urbanización para no estar todo el día encerrados en casa, se pone a llover fuertemente. Observamos las gotas de lluvia caer a través del ventanal del salón y veo como Claudia escribe algo disimuladamente en la ventana con el dedo, pero cuando me acerco a ver lo que es el vaho ya se ha retirado y me impide descifrarlo. La miro de reojo pero ella ha entablado una conversación con Alice, y cuando le pregunto finge no saber de lo que le estoy hablado. Doy por hecho que no es nada importante y me concentro en su alegre charla.
Les enseño algunas fotos de nuestro último tour, unas fotos que no habíamos mostrado a nadie hasta ahora debido a la vergüenza que pasaríamos en tal caso. En ellas se ve a Harry jugando con unas sábanas del hotel donde nos alojamos, poniéndoselas por encima y fingiendo ser un fantasma mientras corretea por toda la habitación. Otras en las que Zayn y Liam habían hecho una montaña gigante de vasos del Starbucks e intentaban sostendrías en equilibrio sobre su frente, mientras Niall intentaba encestar en el último vaso con un cacahuete y yo les hacía cosquillas en la nariz con una pluma para que se les cayeran. No tengo reparo alguno en mostrarles también unas imágenes en las que los chicos me convencieron para montar en patinete, cosa que no había hecho en la vida. Hay una bonita secuencia de imágenes en las que se observan todo tipo de piruetas fallidas y tortazos contra el suelo, incluidas mis caras de dolor. No me acordaba de lo mal que lo pasé. Las crueles de Claudia y Alice se ríen al ver estas fotos y me hacen preguntas sobre alguna de ellas. Que si Harry estaba borracho, que si nos habíamos tomado todos esos cafés del Starbucks, que si no pensé en ponerme un casco... No tengo respuesta para todas ellas. Ellas a su vez me cuentan algunas anécdotas de todo el tiempo que han pasado juntas y las locuras que han hecho junto con las demás chicas. El móvil de Alice suelta un pitido justo cuando me están relatando la forma en la que las cinco se escaparon del hotel una de las noches de su viaje de fin de curso para ir de fiesta y volver de madrugada sin ser pilladas. Claudia termina de contarme la historia entre risas y de pronto Alice se pone en pie de un salto con una amplia sonrisa en su rostro mientras mira embobada la pantalla. Nos mira con algo de timidez y se disculpa diciendo que le ha surgido algo y tiene que irse. Antes de darnos tiempo para preguntas, coge su chaqueta del perchero y un paraguas del paragüero y me grita desde la entrada que me lo devolverá lo antes posible. Luego sale de mi apartamento y cierra la puerta. Claudia y yo nos miramos en silencio, ¿Qué acaba de ocurrir aquí? Todavía puedo oír los pasos apresurados Alice bajar las escaleras.
-Wow... ¿Qué será tan importante como para salir corriendo a la calle con este tiempo?- dice Claudia pensativa dirigiendo su mirada hacia el ventanal. No le respondo y me limito a observarla mientras el suave sonido de la lluvia al caer invade la estancia. La cabo de unos minutos ella sale de su ensimismamiento y se gira hacia mí encogiéndose de hombros.
-Bueno, supongo que tarde o temprano nos enteraremos- me mira fijamente durante unos instantes y luego sin previo aviso se lanza sobre mí y con sus manos me revuelve el pelo sin descanso.
-¡Ja! Ahora estamos en paz- intento apartarla de mí, aunque en realidad no me importa en absoluto tenerla tan cerca.
-Eres una rencorosa...- intento hacerme oír por encima de sus risas.
-Es que me lo has puesto a huevo... No podía desaprovechar la oportunidad- dice orgullosa mientras me mira colocarme los desordenados mechones en su lugar -Además tu no tardas nada en peinarte otra vez, solo tienes que pasarte una mano así- alza su mano derecha y se la pasa una vez por el pelo, aprovechando para apartarse un mechón rebelde de la cara- y ya estás listo.
-Qué va, no te creas que es tan fácil estar así de guapo...- me señalo la cara alzando la cabeza y mirándola con superioridad, aunque no puedo evitar que se me escape una carcajada. Ella ríe conmigo y sacude la cabeza como diciendo "no tienes remedio". Luego la conversación deriva en multitud de temas diferentes, y algunos de ellos hacen que tengamos esas discusiones amistosas a las que me estoy volviendo adicto. Es extraño, conozco a Claudia desde hace ya varios años, cuando la veía en el instituto o en casa con Lottie. Incluso casi todas las semanas había un día en el que se quedaba a dormir en nuestra casa, pero nuestras conversaciones nunca iban más allá de un hola o un adiós. Supongo que por entonces la diferencia de edad se notaba más, o puede que simplemente tuviéramos intereses distintos, al fin y al cabo era la mejor amiga de mi hermana pequeña. El caso es que jamás me habría imaginado que alguna vez acabaría pasando una tarde entera a su lado totalmente solos y sin aburrirme, y sin que Lottie tuviera nada que ver en esa quedada. Si me lo hubieran dicho hace tres o cuatro años no me lo habría creído, y sin embargo ahora no cambiaría esos momentos por nada del mundo.

[Narrador 0]
La chica corre apresuradamente por las calles de Londres sin importarle que se esté empapando con la lluvia a pesar del paraguas robado. Se detiene en una esquina y busca en la pared del edificio una señal que indique en qué calle se encuentra. Brampton Steeet. Perfecto, no se equivoca de dirección. Sigue un par de manzanas más adelante y a medida que va pasando frente a los pequeños comercios se fija en el nombre de éstos. Finalmente encuentra lo que busca, una librería antigua llamada "Secrets". Empuja la puerta haciendo sonar la campanilla que indica que ha llegado un nuevo cliente. Sacude un poco el paraguas antes de entrar y se sumerge en el silencio de la estancia, aspirando para apreciar mejor el aroma de los libros antiguos que allí se encuentran. Mira a su alrededor hasta que un anciano que se encuentra detrás del mostrador nota su presencia. La observa de arriba a abajo a través de sus gafas de cristales redondos.
-Tú debes de ser Alice, ¿verdad?- pregunta con una voz que deja ver los años de experiencia del hombre de pelo blanco.
Alice se sorprende al oír su nombre y mira por segura vez la dirección en su móvil para asegurarse de que no se ha equivocarías lugar.
-Sí, soy yo- responde educadamente y le dedica una sonrisa al librero, que se dirige a u a de las estanterías y busca un titulo en concreto.
-Sí, me dijo que vendrías. Me insistió también en que te diera esto que te diera esto- toma un libro no muy extenso de un estante y se lo tiende a la joven. El título es "Tom y sus amigos". Ésta se sorprende al ver que se trata de un cuento para niños, lleno de dibujos de animales que enseñan buenos modales y frases que te parecen ingeniosas a los cinco años. La chica mira confusa al anciano, esperando una aclaración. El viejo observa su expresión y suelta una ronca carcajada que termina siendo una tos. Cuando se aclara la garganta toma el cuento de las manos de Alice y busca una página en concreto, una de las del final.
-El realidad Niall solo me pidió que te diera esto, lo del cuento ha sido idea mía. Quería tener algo de tiempo para observar a la chica de la que mi sobrino está enamorado. Por lo que veo tiene muy buen gusto- dice el librero haciendo que Alice se sonroje. Éste prefiere obviar la última frase y se concentra en otro dato que le ha proporcionado en anciano.
-¿Es usted el tío de Niall?- pregunta con curiosidad.
-Tío segundo, en realidad. Hacía mucho que no le veía, así que me alegre mucho cuando me pidió que le ayudara en una especie de... Caza del tesoro. El chico siempre tuvo micha imaginación. No me extraña que haya tenido tanto éxito en la vida- explica el librero, orgulloso de su sobrino. Alice suelta una dulce carcajada y abre el papel que el anciano le ha tendido después de encontrarlo entre las páginas del libro de cuentos.
-¿Y cuándo le pidió ayuda para este juego?- pregunta mientras lee el interior de la tarjeta.
-Ah, hija, no me trates de usted, me haces sentir más viejo de lo que realmente soy- le regaña el viejo con cariño -Eso es algo que quedará entre Niall y yo. Ahora veamos si tienes suficiente imaginación tú también como para descifrar lo que el niño te ha escrito.
Alice le da las gracias y se despide del hombre con una abrazo. Abre el paraguas al salir a la calle y se encamina hacia su próxima parada. En el primer mensaje recibido por whatsapp solo había una dirección, y no ha dudado ni un momento en ir corriendo hacia allí. Ella esperaba encontrar a Niall allí, pero jamás se habría imaginado que se vería envuelta en este curioso juego que ha preparado el rubio.
"Oh, mi lady, una gran lucha libra mi corazón. Cual batalla de Trafalgar, se encuentra entre el amor y la razón". Alice pone los ojos en blanco al leer de nuevo la tarjeta, esta vez Niall se lo ha puesto fácil. Comienza a reírse sola de las ocurrencias del irlandés y se dirige hacia Trafalgar Square, ansiosa por ver cómo terminará este divertido juego.

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Aquí lo tenéis :) Ya sé que esta vez he tardado bastante más en subir capítulo, pero como algunas sabéis he estado de viaje (en Londres, nada menos) y he tenido poco tiempo para escribir y cero wifi para subir, y acabo de llegar a mi casa jajaja. Este capítulo lo he escrito prácticamente en los dos viajes de avión, así que igual me ha quedado un poco raro al escribirlo en días diferentes, pero es lo que hay. Intentaré subir el próximo lo antes posible para compensar :)
Y ahora lo de siempre: ¡comentad!
En el blog, en tuenti, o en twitter (@Clau_C_A), donde mejor os venga, pero hacerlo por favor. Así sabré si os ha gustado o no. Acepto todo tipo de críticas, tanto buenas como malas :)
Un besazo <3

martes, 27 de marzo de 2012

Capítulo dieciséis


[Narra Liam]
-Oh, vamos, no lo dirás en serio…- exclama Anita exasperada mientras intenta apartarme la cartera de la mano -. Hoy, a diez de agosto aún no me has dejado pagar ni un solo día. ¡No es justo! Ya me has demostrado que eres un caballero, ahora me toca a mí demostrarte que soy toda una dama delsiglo XXI.
Sigue forcejeando un rato hasta que se da por vencida y opta por cruzarse de brazos y soltar un bufido, mirándome con ese brillo en sus ojos que tanto me gusta ver. Yo no puedo hacer otra cosa más que reír, siempre que salimos juntos a algún sitio tenemos la misma discusión divertida, y hasta ahora he de reconocer con orgullo que todas esas veces he ganado yo. Claro quetengo mis tácticas…
-Vamos, amor, déjame invitarte otra vez… Va contra mis principios no hacerlo- la oigo farfullar algo así como “pues vaya principios”,pero antes de que pueda reprocharme nada más me inclino hacia delante, porencima de la pequeña mesa redonda en la que nos encontramos, y la hago callar con un beso. Al principio ella, o más bien su orgullo, se me resiste; pero alfinal cede y me corresponde el beso acariciando mi mejilla derecha con una de sus manos. Al cabo de unos instantes me levanto repentinamente de la mesa, dejándola confundida, y me acerco a la barra del bar con la cartera en mano y listo para pagar la cuenta.
-Siempre me haces lo mismo…- me dice con amargura cuando vuelvo a nuestro sitio. Sin embargo puedo ver que no está para nada enfadada.
-Y siempre picas…
-Es que tus besos son irresistibles.
Esta vez es ella la que me sorprende levantándose de su silla y besándome al tiempo que tira de mí para que me levante también.
-¿A dónde vamos?- le pregunto con curiosidad.
-A un sitio donde no estén constantemente vigilándonos- me susurra ella muy cerca de mí y sin apartar su mirada de mis ojos. Tengo que tomarme mi tiempo para procesar lo que me acaba de decir, al tenerla tan cerca todos mis sentidos se nublan, y el oído no es ninguna excepción… Muy a mi pesar, aparto la mirada de Anita y echo una ojeada al bar donde hemos pasado la última hora charlando y riendo. Hemos elegido este lugar por estar escondido en un rincón de una calle poco transitada, así tendríamos menos posibilidades de que algún periodista o alguna fan nos molestara. Esta tarde quería que fuera solo nuestra. Pero parece que no nos ha salido del todo bien, en la mesa del fondo hay cuatro chicas de unos catorce años que nos miran ensimismadas y cuchicheando entre ellas. Decido no darle mucha importancia, jamás he querido ocultar mi relación con Anita, así que no me supone ningún problema que las fans lo sepan. Sin embargo, como bien he mencionado antes, esta tarde no quiero interrupciones.
Esbozo una sonrisa dirigida al grupo de chicas (tampoco hace falta ser borde) y tras pasar un brazo por los hombros de mi novia salimos al exterior.
Caminamos sin rumbo, sin prisas. Algunas personas más nos reconocen, pero no se acercan a preguntar nada ni a hacerse fotos, cosa que agradezco. Tan solo saludan o se quedan mirándonos con la boca abierta, provocando la risa en Anita, que en ningún momento se muestra celosa. Cómo me encanta esta chica.

[Narra Harry]
Es que es perfecta. Mira su pelo, tan sedoso… Y sus ojos, siempre con ese toque de alegría y ganas de vivir, no puedo evitar caer rendido a sus pies cada vez que me miran. Y sus boca, sus labios… Me vuelven loco, dudo que haya mejor manjar sobre la faz de la tierra.
Y pensar que hace una semana tuvimos ese malentendido tan estúpido… Menos mal que lo arreglamos enseguida, no sé que habría hecho sin ella más tiempo.
-Si sigues mirándome te vas a perder la película.
Mierda, se ha dado cuenta. Me giro instantáneamente hacia la gran pantalla de cine, pero me temo que María lleva rato notando mi mirada fija en ella. Ni siquiera sé cuánto tiempo he estado así, abstraído en su belleza. Sin duda es mucho mejor que cualquier película de cine, nunca me cansaría de verla. Oigo a la chica de delante sollozar, por lo que deduzco que estamos en el momento melancólico de la película. Me vuelvo nuevamente hacia María para descubrir a dos lágrimas resbalando por sus delicadas mejillas.
-Es tan triste… ¿Por qué tiene que morir justo ahora que se han reencontrado?- susurra más para sí misma que para que yo le dé una respuesta. Me parte el corazón verla así, a pesar de que solo sea una película ficticia…
-Eh, princesa, míralo de esta otra forma. La chica ha muerto amando, ha muerto junto a la persona que más quiere en este mundo, y no se me ocurre forma más bonita de morir.
Tras murmurarle estas palabras al oído, esperando que capte el verdadero significado de ellas, apoyo delicadamente una mano en su barbilla para que se gire hacia mí. Nos miramos a los ojos durante unos instantes, los de ella aún llorosos, para finalmente fundirnos en un apasionado beso que traspasa todo ese amor de película que ha hecho llorar a mi novia.

[Narra Zayn]
-Qué bien se está aquí… Y además este sitio es precioso.
Tras decir esto Ana se incorpora apoyándose en los codos y observa el claro dónde estamos tendidos. Yo estoy tendido a su lado con lacabeza sobre uno de mis brazos, orientada hacia ella para no perderme detalle.
-Es verdad, hay unas vistas increíbles.- respondo con una pícara sonrisa asomando por mis labios, sin dejar de mirarla ni un momento. Ella se gira hacia mí y se sonroja levemente para después sentarse del todo. Se abraza las rodillas y apoya la cabeza en ellas. Un mechón de pelo rebelde le cubre parte de la cara, e inconscientemente extiendo una mano para ponérselo detrás de la oreja. Ella me dedica una sonrisa y se inclina hacia mí para darme un beso, demasiado corto para mi gusto.
Arranco una margarita del césped y tras hacerla girar varias veces en mi mane se la coloco en el pelo. Así está más guapa aún, si cabe. Me vuelvo a tumbar completamente sobre la hierba y cierro los ojos para poder saborear al completo ese momento. Los cálidos rayos de sol de media tarde acarician nuestros rostros, y la sensación de compartir ese momento con Ana me llena de satisfacción.
Cuando abro los ojos veo que ella yace también a mi lado y me mira con una sonrisa inocente.
-¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?- pregunto divertido. Ana suelta una dulce carcajada y niega con la cabeza.
-Por nada, no te estaba mirando- me responde mirando hacia el cielo.
-Ah, ¿No?
Sin que se lo espere, la cojo por la cintura y tiro de ella con cuidado para no hacerla daño hasta que queda encima de mí. Ana, entre risas, intenta zafarse de mi abrazo, aunque noto que no pone mucho empeño en ello. Cuando cesan nuestras carcajadas, fijo mi mirada en sus ojos, que tan solo se encuentran a unos centímetros de los míos. Sin pensármelo dos veces, cierro los míos y salvo esa distancia que nos separa para poder besarla como tanto había deseado hace apenas unos minutos. Cuando nos separamos, seguimos mirándonos durante un breve plazo de tiempo, hasta que no puedo aguantármelo más y le susurro al oído las dos palabras que definen con exactitud todo lo que siento en ese momento.
-Te quiero.

[Narra Claudia]
-En serio, voy a vomitar- digo sin poder evitarlo.
-Por qué, ¿estás embarazada?- Lottie se separa un momento de los labios de Nate para responderme y sonreírme con malicia. Cómo se nota que está enamorada, su humor va de bien en mejor.
-¿Quién está embarazada?- pregunta Louis entrando en el salón.
-Claudia- responde Alice señalándome desde el estrecho sillón que comparte con Niall.
-Capulla… ¿Todos contra mí? ¿O cómo va esto?- exclamo abriendo los brazos para dar más dramatismo a mi actuación. Luego todos rompemos a reír, menos Louis que nos mira con la palabra confusión palpable en su expresión.
-Que tu hermana y Nate están muy empalagosos. Me ha dado una subida de azúcar solo con estar diez minutos cerca suya- respondo mientras Niall sigue riéndose. Lo de este chico es impresionante, si pagaran por cada carcajada que suelta ya sería millonario.
-¿Y por eso estás embarazada?
Vale, no puedo más, voy a reventar de la risa. Menuda tarde llevamos encima. No hemos parado de reír un instante, con las tonterías de Louis y Niall, las peleas amistosas que tenemos Nate y yo constantemente y la risa contagiosa de Alice las risas no han cesado en ningún momento. En un principio la tarde no prometía: las parejitas Harry-María, Zayn-Ana y ahora también Liam-Anita habían hecho planes por su cuenta y solo quedábamos los demás. Y luego apareció Nate, y para mi sorpresa Louis lo recibió encantado. Me alegra saber que ya ha dejado sus celos fraternales de lado.
Ciertamente ha sido una tarde estupenda. Pablo ha vuelto a salir con Estela (aún se me hace muy raro pensar que están juntos…) y mis padres se han llevado a las pequeñas a una feria infantil que estrenaban por el centro. Daniela a aparecido con Amy, que ha alucinado en colores al conocer a Niall, y luego se han encerrado en el cuarto de mi hermana y no han vuelto a aparecer, así que podría decirse que tenemos toda la casa para nosotros solos.
Pasa otra hora en la que acabo con agujetas de tanto reír, y a juzgar por la forma en que Alice se abraza el abdomen a ella le debe pasar lomismo. Ha acabado sentada sobre Niall ya que el sillón que han elegido era demasiado estrecho para los dos y el sofá grande lo ocupamos Louis, Lottie y yo. Nate está sentado en la alfombra a los pies de la rubia, que le acaricia el pelo con cariño. Observo la escena con felicidad, me alegra mucho saber que todos mis amigos, las personas más importantes de mi vida junto a mi familia, están felices con las personas que aman. María con Harry, la pareja ideal. Ana con Zayn, si eso no es amor que me quede calva. Anita con Liam, me apostaría lo que fuera a que lo suyo va a durar mucho, mucho tiempo. Lottie con Nate, son sencillamente adorables, no sé cómo no me di cuenta antes de que estaban hechos el uno para el otro.
Y luego están Alice y Niall… Por ahora son amigos, pero no les echo más de dos semanas. Van a acabar juntos sí o sí, no hay más que verlos. Ahora el rubio rodea a Alice con los brazos, y debe de haber dicho algo sumamente gracioso porque a mi amiga se le resbalan unas lágrimas por las mejillas de tanto reír. Son los dos muy alegres, siempre riendo y viendo el lado positivo de las cosas… Repito, no más de dos semanas. Tras hacer esa apuesta conmigo misma me giro hacia la última persona que queda por pasar lista. Louis. Ahora habla con Nate sobre algún partido de fútbol u otro deporte, no les estoy prestando atención. ¿A quién querrá Louis? Al hacerme esta pregunta un breve escalofrío me recorre la columna vertebral, pero decido no darle importancia.

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Finito. A ver qué os parece éste, ya que el otro me quedó un poco pachucho he intentado que el 16 esté lo mejor posible. Me sentía bastante inspirada y podría decirse que me ha quedado bien, pero ya sabéis que las mejores críticas sois vosotras :)
Así que ya estáis comentando e.e En tuenti, en twitter (@Clau_C_A) o en este mismo blog, como mejor os venga :D Pero hacedlo, por favor, que a mí me hace muchísima ilusión leer vuestros comentarios y me ayudáis a mejorar!
Otra cosa. Ya sé que esta última parte no se la lee ni Dios, así que qué mas da si os cuento mi vida en verso ;) Estos días he estado bastante ausente, leía los comentarios y privados que me mandabais pero luego no los contestaba. No penséis que soy una borde, es que no he tenido tiempo de nada :( Ni siquiera pude avisar a las lectoras cuando subí el 15 :/ Y por eso quedó tan mal e.e
Dicho esto creo que no me dejo nada. Hala, con Dios.
¡Un besazo! ♥

sábado, 24 de marzo de 2012

Capítulo quince.

[Narra Liam]
-Eh, Niall, ¡deja un poco para los demás!- protesta Zayn atacando el bol de doritos que el rubio tiene sobre su regazo. Observo la escena divertido desde el sillón, mientras Louis suelta unas carcajadas y se une a la pelea amistosa. Al final acaba todo el sofá lleno de pequeños trocitos de doritos, y Louis echa la bronca los otros dos por ensuciar su sofá, a pesar de que él también ha participado con entusiasmo. Va hacia la cocina haciéndose el indignado y vuelve con todo tipo de instrumentos de limpieza como una escoba o una fregona, y hasta un plumero, exagerando la situación. Todos reímos y al final consiguen limpiar los restos de doritos que quedaban en el sofá con la aspiradora (una idea muy inteligente por su parte, con la fregona no iban a llegar a ningún sitio).
-Tú no ayudes, Liam- me reprocha Zayn irónicamente lanzándome un estropajo a la cabeza.
-No soy yo el que lo ha puesto todo perdido... Pero os acompaño con el sentimiento- se lo devuelvo y me recuesto aún más en el sillón, a lo que me responde con un bufido.
Me encanta venir a casa de Harry y Louis, es como si fuera mi casa de toda la vida. Y lo mismo le ocurre a Niall y Zayn, así que venimos siempre que podemos. Hoy solo estamos cuatro, Harry ha quedado con María, al parecer van a arreglar las cosas por fin.
Aunque bien podría decirse que solo están Zayn, Louis y Niall; hoy yo he estado un poco... En mi mundo. No dejo de pensar en lo ocurrido la noche anterior, cuando Anita y yo fingimos ser novios. Es extraño, pero en ese momento me sentí tan bien... Ni siquiera la presencia de Jessie y su nuevo novio me arruinaron la noche. Me quede en shock en el momento en que la vi con él, sí, pero Anita salió en mi ayuda sin dudarlo un momento y todo salió perfecto. Se tragaron enseguida lo de que salíamos juntos, y me gustaría pensar que es porque realmente deberíamos estarlo... Cada vez estoy más seguro: quiero estar con Anita. Desde el principio fue una chica que me llamó la atención, su dulzura y su aparente timidez me conquistaron...
Pensé que lo que sentía por ella era en realidad puro agradecimiento por haber sido tan amable y buena conmigo y por haberme ayudado tanto con lo de la ruptura con Jessie, pero poco a poco me fui dando cuenta... Era mucho más que eso. Y desde ayer por la noche no puedo parar de darle vueltas al tema; necesito verla otra vez, a solas, para cercionarme de que lo que siento por ella no es simple amistad. Y entonces quizás deje los miedos a un lado y le abra mi corazón.

[Narra Claudia]
Turn my swag on...
Muy bien. Vas bien. No, ahí te has pasado. Ahora a la derecha... Eso es. Abajo... Y arriba otra vez.
La canción llega a su fin y de dejo caer en el duro suelo del almacén. Estoy agotada, llevo horas ensayando sin parar... Poco a poco voy mejorando, cambiando pasos para dar forma al baile con el que se supone que debo demostrar que tengo talento para el baile. Y cada vez tengo más miedo... Ya han sacado las listas de los participantes. Yo estoy en último lugar, dado que fui la última en apuntarme. Ninguno de los nombres que he leído me sonaban, pero en la breve biografía que adjuntan en la ficha de cada participante he podido comprobar que no me equivocaba: todos son grandes bailarines, con mucha experiencia profesional. Algunos son expertos en ballet, otras parejas en tango, y así hasta llenar una lista completa de diferentes tipos de baile. No puedo evitar sentirme pequeña e indefensa frente a toda esa competencia, será muy difícil hacerse notar y ganar los suficientes puntos como para que algún director o coreógrafo se fije en mí. Pero aun así he decidido no rendirme, seguiré luchando hasta el final. Y aunque se me ocurriera darme por vencida, sé que Louis jamás me dejaría tirarlo todo por la borda, casi parece que sea él el que va a participar en vez de yo dado su entusiasmo, y eso me reconforta mucho; saber que alguien tiene tanta fe en mí me anima a seguir.
Me levanto del suelo, es increíble cómo puede llegar a estar tan frío a pesar del calor que hace en el exterior del almacén. Recojo la mochila que he dejado en una esquina y meto todas mis cosas en ella. Salgo fuera y, tras cerrar el portón con llave, me subo a la moto y me dirijo hacia mi casa. Por el camino me fijo en que las calles están mas animadas que cuando salí de casa, justo después de comer. Desde hace varios días tengo que sacar tiempo de donde sea para ensayar, ya que cada vez queda menos para la competición y quiero ir lo mejor preparada posible.
Llego a casa poco después, y aparco la moto donde siempre.
-¡Hola!- saludo a los presentes cuando traspaso la puerta.
-Hola cielo- me responde mi madre con una agradable sonrisa. Desde que le conté lo de la competición no hemos vuelto a discutir más y ahora me llevo mucho mejor con ella. Está sentada sobre la alfombra del salón jugando con mi hermana más pequeña, Patty, mientras Maya ve los dibujos desde el sofá. Ésta última ni se ha enterado de que acabo de llegar, y prefiero no molestarla; sé lo mucho que le enfada que la interrumpan cuando ve sus series favoritas.
Entro a la cocina para coger algo de picar, tanto ejercicio me ha dado hambre. Justo entonces me choco con Pablo, que salía de allí. Iba mirando al móvil y por eso no me ha visto entrar.
-¡Ten cuidado!- le reprocho. Él no me contesta, ni siquiera se da cuenta de que le estoy hablando. Está ensimismado con alguna conversación de Whatsapp y sonríe como un idiota a la pantalla. Me asomo por encima de su hombro lo justo para vez el nombre de "Estela" en la parte de arriba de la pantalla, junto con una foto de ésta a su izquierda. La reconozco enseguida, al fin y al cabo la veo casi todas las semanas...
-Pablo... No me lo puedo creer... ¿Estás saliendo con una de mi alumnas?- le pregunto sorprendida pero sin alzar la voz, no sé si mi hermano se lo habrá contado ya a mamá y si no es así no voy a ser yo la culpable de que ésta se entere.
-Shh... No exactamente- guarda el móvil en el bolsillo rápidamente antes de que pueda ver nada más. Hace una breve pausa y después continua hablando -Aún.
Le miro boquiabierta y él aprovecha para escabullirse.
-Mamá, me voy, he quedado. No creo que venga para cenar- dice a nuestra madre, que se limita a despedirme y repetirle como siempre hace que tenga cuidado. Qué fuerte, mi hermano con Estela. Bueno, en el fondo hacen buena pareja. Pero aun así, que fuerte.
Sacudo la cabeza y subo las escaleras hasta la bohardilla, donde las chicas se han dedicado a recoger sus cosas el rato que yo he estado ensayando. Ya lo tienen todo listo y mañana se irán a vivir a su piso alquilado. Bueno, todas menos María... Aunque parece que poco a poco está convenciendo a sus padres, éstos todavía no están muy de acuerdo con que estudie aquí la universidad, así que por ahora seguirá viviendo conmigo como si su estancia en Londres fuera meramente temporal.
-Qué hay, chicas- las saludo vagamente entrando a nuestra improvisada habitación. Cuando Anita, Alice y Ana se vayan María y yo nos trasladaremos a lo cuarto, una planta más abajo.
-Buenas, Clau. ¿Qué tal ha ido?- me responde Ana, que lucha fieramente con una de sus maletas, la cual se niega a cerrarse del todo y escupe toda la ropa que su dueña intenta meter a la fuerza.
-No ha ido mal. Poco a poco, supongo- contesto y me acerco para ayudarla, aunque parece que va a tener que coger otra maleta más si quiere que le quepan todas sus cosas.
-Jo, voy a echar de menos el vivir todas juntas- dice Anita con melancolía.
-¡Pero si estás deseando estrenar el piso!- exclama Alice riendo.
-Sí, bueno, una cosa no quita la otra... - dice Anita girándose hacia ella y riendo a si vez.
Suena el timbre, y todas nos miramos sabiendo quién acaba de llegar.
-Hola chicas- saluda María apareciendo por la puerta.
Examino su rostro en busca de algún indicio que me indique lo que ha ocurrido durante su cita con Harry, y sonrío feliz de ver que mi amiga luce una espléndida sonrisa.
-Oh, chicas, es taaaaaan mono...- dice con voz de enamorada, igual que su expresión.

[Narra María]
Después de estar cerca de diez minutos hablando para mí misma y repitiendo sin parar lo enamorada que estoy de mi novio. Espera, lo diré otra vez. MI NOVIO. Suena tan bien... Y ya me estoy yendo del tema. En fin, el caso es que es tan mono... No, ya, que están esperando a que acabes de divagar para que les expliques cómo ha ido todo, María.
-Pues fuimos al Blues, es un sitio genial... Había pedido una mesa en un rincón donde estuviéramos un poco apartados del resto, y se portó como un caballero... Estuvimos hablando y al final llegamos ala conclusión de que todo había sido un malentendido, ahora me siento estúpida por haber estado tan borde con él cuando no había motivo... Y a él le pasa lo mismo- sigo mi relato contando alguna pequeña anécdota de ese maravilloso mediodía, pero no menciono en ningún momento el motivo por el que habíamos llegado a enfadarnos. Ni tampoco menciono que he acabado contándole a Harry ese secreto que tantos problemas nos había dado... A Claudia no le haría ninguna gracia saber que ahora mi novio (¡Qué bien suena!) sabe que se va a presentar a Dancing Challenge, sé que eso podría ocasionador algún que otro problema a mi amiga... Pero mi novio (¡MI NOVIO!) me ha prometido no decir nada, ni siquiera a los chicos. Y confió en él, confió tanto en él que hasta me llego a asustar a mí misma... ¿Cómo he podido llegar a enamorarme tanto en poco más de un mes?

[Narrador 0]
La chica sale del campus examinando con entusiasmo todos los papeles y folletos que le acaban de entregar. A media tarde, después de escuchar la bonita historia de una de sus mejores amigas, se ha acordado de que debía ir a la universidad donde cursará la carrera al año que viene a recoger los formularios necesarios. También le han dado ya el programa de asignaturas y profesores que tendrá, y observa estos papeles con emoción. Siempre ha querido hacer biología, y ahora siente que su sueño está cada vez más cerca.
Está tan ensimismada en su propio entusiasmo que no se da cuenta de que hay un chico medio oculto tras los coches del aparcamiento observándola. Éste lleva unas gafas de sol y una sudadera con la capucha puesta que le da muchísimo calor, pero si quiere pasar desapercibido no le queda más remedio que llevarla. Sigue a la chica con la mirada y la observa caminar por la acera hasta la parada de autobús más cercana. Liam decide que ese es su momento y se acerca a donde ella se encuentra, fingiendo estar sorprendido, aunque lo cierto es que hace ya rato que la espera fuera, desde que Louis dejó caer que Anita iría esa tarde a su futura universidad.
-¡Anita! ¿Que haces aquí?- dice apareciendo detrás de ella y plantándole un sonoro beso en la mejilla. Anita le mira sorprendida a la vez que esboza una amplia sonrisa y le abraza con fuerza.
-¡Liam! ¿Qué tal? Salía de la universidad, tenía que recoger unas cosas- dice señalando los papeles que sobresalen de su bolso. El chico suspira aliviado, parece que ella no se ha dado cuenta de nada. Ahora se siente algo patético por haberla espiado como si fuera un niño, pero no piensa ni por un momento en echarse atrás.
-Ah, bien, bien, ¿Y qué te ha parecido? Estarás deseando empezar, ¿verdad?
-Claro que sí, me hace mucha ilusión. Aunque por otro lado no quiero que se acaben las vacaciones, sin duda éste está siendo el mejor verano de mi vida- "Y en gran parte es gracias a ti" piensa Anita, aunque no lo dice en voz alta.
-En eso tienes mucha razón, para mí también está siendo un verano inolvidable- "Y mientras siga a tu lado lo seguirá siendo" se dice a sí mismo.
Llega el autobús que Anita tiene que coger para volver a casa de Claudia, y ambos lo ven detenerse y abrir sus puertas, aunque nadie se sube. Se miran, ignorando al enojado conductor que les apremia a subir.
-¿Tienes mucha prisa?- pregunta Liam perdiéndose en los ojos de ella. Anita piensa en la maleta que aún tiene que hacer.
-Para nada. Tengo todo el tiempo del mundo.
-Oye, ¿Vais a subir o no?- exclama una voz áspera desde el asiento del conductor. La pareja se gira hacia él y luego, como si lo hubieran pensado a la vez, vuelven a mirarse mutuamente con una mirada cómplice, y sin necesidad de palabras entienden a la primera lo que ambos más desean en ese momento. Liam suelta una carcajada y coge a Anita de la mano, tirando de ella. Salen corriendo lejos de la parada, no tienen ningún lugar en mente al que ir a parar, simplemente corren por las calles de Londres sin importarles quien pueda verles o qué puedan pensar. Llegan hasta la entrada de Hide Park entre risas y ambos siguen corriendo de la mano, pero Anita se detiene y llama a Liam para que la espere. Éste, sin embargo, no se contenta con eso y la coge en brazos para seguir su camino hasta el centro del parque.
Cuando alcanzan la plaza donde tuvo lugar el concierto, Liam baja a Anita de sus brazos, pero no suelta su mano en ningún momento. Todavía ríen, probablemente de felicidad,  caminan hasta uno de los bancos de madera que rodean el perímetro de la plaza.
-Parece mentira que hace tan solo un día esto estuviera hasta arriba de gente esperando ver actuar a One Direction- comenta Anita mirando el lugar y sin perder la sonrisa.
-Eh, no solo actuábamos nosotros- responde Liam dándole un apretón en la mano.
-Bueno, pues será que, para mí, eclipsasteis a los demás invitados- Anita se gira hacia él y le guiña un ojo. Los dos ríen y luego ella apoya la cabeza en el hombro de Liam con un suspiro. Éste baja la mirada hacia ella y la mira largo y tendido. Ahora o nunca.
-¿Sabes una cosa?- Anita alza la vista y se encuentra con sus profundos ojos marrones mirándola intensamente.
-¿El qué?- pregunta ella en un susurro.
-Se me olvidó hacer una cosa. Ayer, en el concierto.
Anita separa la cabeza del hombro de Liam para estar a su altura y le mira frunciendo el ceño, confundida. Antes de que pueda preguntar de nuevo a qué se refiere, Liam se inclina hacia ella y posa sus labios sobre los suyos en un dulce beso.

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¡Tachán! Aquí está el quince. Siento la tardanza, hace dos días que debería haberlo subido, pero me ha sido un poco difícil terminarlo antes. Sé que es más corto que los otros, y algunas pensaréis que deja mucho que desear, pero es lo que hay.
Como siempre, tanto si os ha gustado como si no, comentad. Podéis hacerlo en tuenti, en twitter (@Clau_C_A) o aquí en el blog. Es importante para mí leer vuestros comentarios, aunque solo sea un simple "siguiente", para saber quién lee la novela y quién no. Por que poco a poco el número de lectoras va bajando... :(
Dicho esto, me vuelvo a estudiar (sí, aún tengo que estudiar -.-). No sé cuando tendré el siguiente, pero creo que como muy tarde el martes o con suerte el lunes por la noche.
Espero que os haya gustado el capítulo :D Y gracias a las que leéis <3
¡Os quiero! ♥

martes, 20 de marzo de 2012

Capítulo catorce.

[Narra Zayn]
-Vamos, ven conmigo...- digo tirando de la mano de Ana. Ella no opone ninguna resistencia y enseguida me sigue hasta el centro de la pista. Por los enormes altavoces situados a los lados del DJ suena "Without You", de Usher y David Guetta. Sé cuánto le gusta esa canción, me lo confesó en una de esas tantísimas e interminables charlas que hemos mantenido desde que la conozco. Y parece perfecta para este momento.
Cuando llegamos al núcleo de la pista, donde toda la gente allí congregada baila y se mueve como si no hubiera un mañana, me giro para mirarla directamente a los ojos, a sus ojos, a esos ojos que me vuelven loco desde que los miré por primera vez aquel día en el parque. En ese momento todo a nuestro alrededor desaparece. La chica rubíes del vestido naranja que salta al ritmo de la música y que hace un momento me ha saludado, desaparece. El chico de la gorra que está sentado en el sillón del rincón con cara de aburrido, desaparece. El DJ y sus enormes cascos desaparecen. Solo estamos ella y yo, en el centro de la pista, mientras la música suena entre nosotros.

I can't look, I'm so blind
I lost my heart, I lost my mind
Without you


Le aparto cuidadosamente el pelo de la cara mientras le canto esas palabras tan ciertas. Ana ya era importante para mí cuando solo éramos amigos, ahora que somos más que eso no sé qué haría sin ella.
Veo cómo una enorme sonrisa va tomando forma en su rostro, y antes de que llegue a crecer del todo me inclino hacia ella y la beso. Noto cómo sus manos me acarician la cara y la nuca, y rodeo su cintura con los brazos, queriendo estar lo más cerca posible de ella. Porque ahora estoy seguro y puedo decirlo en voz alta: la amo.

[Narra Liam]
-Hala, ya están otra vez- dice Niall, aunque le oigo a duras penas debido al volumen de la música. El irlandés se refiere a Zayn y Ana, que se besa de nuevo en medio de la pista, esta vez al ritmo de "Party Rock", aunque no parece que le estén prestando especial atención a la música.
-Déjales, ya que por fin se han lanzado tendrán que disfrutarlo- grita Claudia para hacerse oír, apareciendo entre la multitud con dos vasos de bebida. Le entrega uno a Anita, que se lo agradece con una sonrisa. Supongo que le parece inútil decir "gracias" ya que no se la oiría.
Niall se encoge de hombros y le da la razón a la bailarina. Acto seguido coge a Alice de la mano sin pensárselo dos veces y la arrastra consigo a la pista de baile. Ella ríe al ver los extraños movimientos que realiza mi amigo, el baile nunca ha sido lo suyo, aunque a Alice no parece importarle.
Sacudo la cabeza riendo al verle y oigo de fondo las risas de Claudia y Anita. A su lado está María, pero ella no parece haberse dado cuenta de la cómica escena que acaba de tener lugar. Se la ve algo triste, igual que a Harry, que ha salido a la terraza con Louis para tomar el aire. Espero que no hayan discutido por nada, se les veía tan bien...
Anita interrumpe mis pensamientos al cogerme del brazo y señalar a la pista. No puedo oiría, a pesar de que parece estar gritando, pero por sus gestos deduzco que me está pidiendo que vaya con ella a bailar. Sin embargo yo tengo una idea mejor.
-Vamos fuera- grito a un volumen considerable, pero aun así me mira confusa dándome a entender que no me ha oído. La cojo de la mano y señalo la amplia terraza del loft donde la fiesta está teniendo lugar. Se le iluminan los ojos y asiente con la cabeza.
Cuando salimos al exterior, la música aún se escuchaba bastante alta, pero se podía mantener una conversación con normalidad. Veo a Louis y a Harry hablando en el otro extremo de la terraza, pero prefiero no decirles nada y quedarme a solas con Anita.
Los siguientes 20 minutos los pasamos así, apoyados en la barandilla y hablando de menudencias. Intento hacerla reír siempre que puedo, me encanta oír el sonido de sus dulces carcajadas y ver la forma en que juega con su pelo cuando me escucha.
Todo marcha a la perfección. Estoy en una terraza magnifica con unas vistas impresionantes a la ciudad de Londres, y la chica que me trae loco desde hace semanas está a mi lado escuchándome y contándome también sus anécdotas. Al parecer nos parecemos mucho y compartimos muchas opiniones, y eso no hace más que mejorar nuestra relación.
-Eres increíble... No me puedo creer que hicieras eso- me mira con la boca abierta y ojos incrédulos.
-En serio. Ni siquiera me di cuenta, ¡lo hice sin pensar!- entonces vuelve a reír, apoyando un brazo sobre mi hombro. Yo aprovecho y río con ella, pasando un brazo por su cintura, y justo entonces la veo.
Jessie.
Se encuentra detrás de Anita, apoyada en la barandilla y abrazada al mismo tío con el que me engañó hace poco más un mes. No se ha dado cuenta de mi presencia, y si lo ha hecho lo disimula muy bien. Sin embargo Anita sí ha notado el cambio en mi actitud, ahora tensa. Me mira extrañada, interrogándome con la mirada, pero yo no puedo dejar de mirar a Jessie, que ahora besa a su nuevo novio.
Cuando se separan, ella aún tarda unos segundos en darse cuenta de que alguien les está mirando fijamente. Se gira hacia mí con cara de pocos amigos, probablemente con un "Y tú qué miras" en la punta de la lengua. Pero me reconoce enseguida y su expresión cambia considerablemente.

[Narra Anita]
Es evidente que algo a hecho que Liam sufra este brusco cambio de actitud. Hace un momento estábamos riendo de una divertida anécdota que me ha contado, y ahora está totalmente serio, e incluso podría aventurad que algo sorprendido. Mira fijamente a un punto detrás mío, así que me giro hacia éste para ver por fin qué o quién es el culpable. Me encuentro con un chico rubio amarrado a la cintura de una chica alta y morena que viste un ajustadísimo vestido rojo y que también nos mira sorprendida. No puedo evitar observar cómo ésta empuja de forma casi imperceptible al rubio, como queriendo dar a entender que allí no estaba pasando nada. El chico, que debe ser su novio, mira extrañado a Liam, y abre los ojos sorprendido cuando le reconoce.
-Liam... ¿Cómo estás? No sabía que estarías aquí...- empieza diciendo la morena, mostrando una sonrisa forzada.
-Participaba en el concierto, es lógico que viniera después a la fiesta- dice Liam ignorando su pregunta, aunque tan educado como siempre -¿Cómo es que estás tú aquí?
-Em... Vengo acompañándole a él. Ahora es mi novio. Está teniendo bastante éxito con su nueva productora musical- a estas alturas de la conversación, ya sé perfectamente quién es la chica que se cuelga del brazo del rubio snob.
-Soy Zack, encantado- dice éste tendiendo una mano hacia Liam con una mirada de superioridad. Liam le estrecha la mano con fuerza, puedo notar lo dura que es esta situación para él.
-Encantado- murmura éste a moco de respuesta. Entonces Jessie y Zack se giran hacia mí, esperando a que sea presentada. Me adelanto a Liam y esbozo la mejor de mis sonrisas. No me voy a dejar impresionar tan fácilmente por estos dos sujetos.
-Yo soy Ana, encantada. Soy la novia de Liam- digo sin pensar. Para cuando quiero darme cuenta, ya es demasiado tarde. No sé por qué he dicho eso, pero no me arrepiento. Así le borro la expresión de superioridad a la parejita. Liam me mira boquiabierto, Zack me observa de arriba a abajo y Jessie me dirige una mirada asesina.
-Así que estáis saliendo- comenta ésta última mirando de reojo a Liam, que sigue en shock.
-Sí. ¿Verdad Liam?- oh por favor sígueme el rollo... El aludido me mira y parpadea un par de veces, volviendo al mundo real.
-Eh... Sí, verás, fue como un flechazo. En cuanto la conocí me enamoré de ella. No pude resistirme, estamos hechos el uno para el otro- responde mirándome fijamente a los ojos. Después de la intensa sensación de alivio que siento al comprobar que Liam me está siguiendo el juego, me quedo perdida en su mirada. No sé si esto último lo ha dicho como parte de la mentira o porque lo siente de verdad... No quiero hacerme ilusiones, pero dada su forma de mirarme podría ser lo segundo...
-Ah... Y, ¿Cuándo os conocisteis? ¿Ya lo habíamos dejado tú y yo?- pregunta la morena sin rodeos. Pero qué cara tiene.
-No, Jessie, aquí la única infiel eres tú- le responde Liam con una impasibilidad envidiable.
Dicho esto, me rodea la cintura con un brazo y juntos entramos dentro para quedar envueltos de nuevo en la música que sale de los potentes altavoces, esta vez es "Get out of my way" la que pone banda sonora a este épico momento.

[Narra Claudia]
-Y al parecer les dejaron con una cara de poker impresionante.
Alice acaba de relatarnos el curioso encuentro que tuvieron Liam y Anita con la ex de éste y su nuevo novio. Mientras yo hablaba con María en los baños de chicas o bailaba con Louis en medio de la pista, mi amiga se las ingenió para sacar a Liam de un buen aprieto; quién lo diría de la dulce y tímida Anita.
-Wow... Si Liam ya estaba colado por ella, ahora debe estarlo mucho más- digo mirando a Anita, que aún duerme, al igual que Ana. Ésta última se durmió anoche con una sonrisa en la cara, la misma que luce ahora en sueños. Probablemente esté soñando con Zayn, anoche no se separaron ni un instante.
Suena un móvil, a alguien le ha llegado un mensaje. Miro el mío, pero no hay nada nuevo aparte de las dos llamadas perdidas de Nate ayer. Él y Lottie salieron antes de la fiesta, querían alejarse del barullo y estar un rato a solas. Alice ha cogido su teléfono y ahora mira embobada hacia la pantalla.
-¿Quién es?- pregunta María curiosa. Sigue igual de depre que ayer, al parecer discutió con Harry de algo que no quiso contarme. No insistí mucho, supongo que serán cosas suyas y no quiero entrometerme.
-Niall... Es un whatsapp- nos aclara Alice.
María y yo nos miramos con complicidad y decidimos continuar la conversación por nuestra cuenta ya que Alice está a otras cosas.

[Narra Harry]
Dora la exploradora, el tiempo, un concierto de música clásica, un capítulo antiguo de Friends... ¿Es que no echan nada decente en la tele? O puede que sea yo el que no tiene ganas de ver nada.
-Tío, pon algo ya, me estás mareando con tanto zapping- exclama Louis desde el sofá contiguo al mío.
-No hay nada. Para ver cualquier chorrada prefiero no ver nada- respondo dejando ver mi mal humor y apagando la tele. Lanzo el mando a distancia hacia el sillón, y mi amigo sigue mis movimientos con reprobación. Lleva observándome toda la mañana, sin decirme nada, pero por su expresión puedo ver que va a explotar en tres, dos...
-Vale, ya está bien-...uno. Louis se incorpora bruscamente en el sofá y me mira directamente a los ojos -Harry, no puedes seguir así. No llevas ni un día cabreado con el mundo y ya estas insoportable. Y te lo digo desde el cariño.
-Uff, ya lo sé, ¡pero no puedo evitarlo!- exclamo llevándome las manos a la cabeza -. No es que esté enfadado con el mundo, es que estoy enfadado conmigo mismo. ¿Por qué tendré que ser tan bocazas?- veo cómo Louis me mira confuso, y procedo a relatarle mi breve pero intensa discusión con María la noche anterior.
-Uh... Ya veo.
Se vuelve a recostar en el sofá, en la misma postura en la que ha estado en lo que llevamos de mañana.
-No sé para qué pregunto nada. Ahora pensará que soy un celoso posesivo- gruño para mí mismo.
-Pues ¿a qué esperas para aclarárselo? Y no me digas que es demasiado tarde.
-No iba a decir eso- le recrimino -Iba a decir que va a ser muy difícil que vuelva a confiar en mí...- desvío la mirada hacia la tele apagada mientras noto cómo los ojos se me llenan de lágrimas.
-No digas eso, sabes que María te adora. Solo ha sido un malentendido, en cuanto lo hables con ella lo arreglaréis todo- dice con convicción. Con demasiada convicción...
-¿Y cómo estás tú tan seguro? No me estarás ocultando algo tú también, ¿No?- le pregunto entrecerrando los ojos.
-Qué dices... No te pongas paranoico y llámala de una vez.
-Tienes razón, perdona...- mientras me levanto a por mi móvil me parece oír un suspiro de alivio, pero decido no darle más vueltas al asunto y marco el número de María.

[Narra Claudia]
-Sí... Claro... Muy bien, allí estaré.
María cuelga el móvil y al volverse se encuentra con las miradas expectantes de las cuatro amigas, más somnolientas las de Ana y Anita. Acaba de hablar con Harry y todas estamos deseando saber qué ha ocurrido, las demás ya están al corriente de la discusión que tuvieron ayer justo después del concierto.
-He quedado con él para comer en el Blues...
-Wow, el Blues, que nivel...- comenta Alice. Es cierto, ese restaurante tiene muy buena fama.
-Me ha dicho que quiere arreglar las cosas y que prefiere hacerlo en persona.
Poco a poco una sonrisa va aflorando entre los labios de María. Por fin. Ya echaba en falta su buen humor. Mira la pantalla del móvil de nuevo, como rememorando la conversación que acaba de tener con Harry.
Se hace un silencio denso en la habitación, aunque no incómodo, que yo me encargo de romper.
-¿Y qué te piensas poner?
-¡Claudia!- me reprocha Anita.
-¿¡Qué!?- pregunto haciéndome la ofendida. Me giro hacia María- No pensarás ir con tus vaqueros y tu camiseta básica de siempre... Al fin y al cabo, es algo importante: vais a hacer las paces después de vuestra primera pelea. Y ya sabes a qué paces me refiero...- digo alzando las cejas repetidamente varias veces. María se sonroja y me tira un cojín.
-Lo que hay que oír...- dice Alice poniendo los ojos en blanco y lanzándome también lo primero que pilla, en este caso la falda que María llevó ayer, que se encuentra arrugada a los pies de uno de los colchones de la bohardilla.
Así empezamos una guerra de tirarnos almohadas, camisetas, e incluso algún que otro calcetín sucio vuela por ahí entre nuestras risas y bromas.

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Vale, no me matéis. No sé si es algo corto, e incluso puede que algunas penséis que es malo también. Tened en cuenta que lo he tenido que escribir deprisa y corriendo... Algunas ya sabéis que el lunes tuve que estudiar para el examen del martes, o sea, hoy; así que no pude escribir. Pues bien, ahora resulta que me pasan el examen a mañana. Y aún no he tenido tiempo de darle un repaso, y eso que ya casi son las 10:00 pm... Para que veáis si estoy petada de trabajos y demás historias :(
Así que no seáis malas, ya sé que podría haberme quedado mejor pero es lo que hay :)
Dicho esto, solo me queda recordaos lo de siempre: comentad. Tanto si os ha gustado como si no, yo solo quiero mejorar :) Pedid siguiente y esas cosas que me hacen tanta ilusión ;)
Y podéis hacerlo en el blog, en tuenti, en mi twitter @Clau_C_A o en tumblr clau-c-a.tumblr.com :D
Un besazo lectoras, y sorry por el retraso <3

sábado, 17 de marzo de 2012

Capítulo trece.

Sábado.
[Narrador 0]
-Ana, ¿estás ya?-oye que le gritan desde abajo.
-¡Voy!- responde mientras se da los últimos retoques con el rímel. Cuando termina, se separa unos pasos del espejo de cuerpo entero y observa su reflejo. Tras unos segundos, asiente satisfecha. Ha hecho bien al elegir ese vestido. Es elegante, pero a la vez informal. Corto y negro, a juego con sus altísimos tacones, que ha tardado tanto en elegir. Siempre es muy perfeccionista y meticulosa, pero hoy en especial quería estar perfecta.
Tras bajar las escaleras y escuchar quejas de sus amigas, que la esperaban abajo, suben al coche de Nate, donde ya se encuentra Lottie en el asiento del copiloto. Él va a acompañarlas al concierto por petición de la Tomlinson. Además, así podían usar el coche de su padre, de siete plazas, donde caben todos.
-Ais, qué nervios- oyen murmurar a Ana, que se alisa su vestido con las manos. Está sentada en un extremo, y suspira mirando por la ventana. Se la ve emocionada y nerviosa, aunque no tendría porqué estarlo. Al fin y al cabo no es ella la que va a cantar sobre el escenario. Pero tiene motivos para estar inquieta, las cosas van a cambiar mucho entre Zayn y ella esa noche...

~~~
-Zayn, venga, que no tenemos toda la noche. Ya estás muy guapo así, ahora tenemos que salir- le repite Louis a su amigo por enésima vez. El moreno se halla frente al gran espejo del camerino, colocándose bien el pelo y la pajarita que adorna su cuello. Ya lo ha hecho innumerables veces en lo que llevan de noche, pero no puede evitar querer cercionarse de que todo está en su sitio. Esa noche todo tiene que salir perfecto. Tiene un plan pensado, aunque no está seguro de atreverse a llevarlo a cabo. Cada vez que se promete a sí mismo que lo hará, los miedos vuelven y hacen que se sienta inseguro. Lo que ocurrirá finalmente, no lo sabe. Casi prefiere dejar que sea el destino el que elija.

~~~
-Hay más gente de la que pensaba- comenta Niall a su amigo. Liam asiente con la cabeza, dándole la razón.
-Sí, parece que la fundación va a quedarse bastante satisfecha- contesta haciendo cálculos acerca de la cantidad de dinero que se habrá juntado si toda esa gente ha pagado entrada. Mira a su alrededor, desde donde ellos se encuentran pueden ver la plaza del parque con claridad. Observa varias de las personas que se encuentran en las primeras filas, y poco a poco va desviando su mirada hacia las últimas. De pronto, se para en seco. Le ha parecido verla... Pero no, no puede ser ella. Se habrá equivocado. Sacude la cabeza y decide pensar en otra cosa, por lo que inicia una conversación con Niall sobre la primera tontería que se le pasa por la cabeza.

~~~
Harry espera detrás del escenario, donde no pueden pasar los cientos de espectadores que se están congregando en la plaza. Está hablando con Phil, el ex-coreógrafo, que colabora con la fundación y ha decidido ir a echar un cable.
-Así que el niño bien, ¿No?- pregunta el cantante.
-Sí, estamos como locos con él. ¡A ver si os lo presento algún día!- responde el orgulloso padre primerizo.
Alguien pide ayuda para montar unas luces, y Phil se dirige hacia allí mientras Harry echa un vistazo al escenario. Bien, es amplio. Dará de sobra para los sencillos pasos que estuvimos ensayando con Claudia.
Mira el móvil para ver la hora. Arde en deseos de llamarla, pero sabe que es mejor esperar a que llegue. Repasa una vez más el pequeño discurso que ha preparado. No quiere parecer el típico novio desconfiado, pero lleva varios días rayado y necesita preguntárselo directamente a María o ella lo notará. En el fondo es una tontería, pero en su mente no puede evitar imaginarse lo peor...

~~~
Claudia observa el parque con melancolía. Siempre que necesita pensar acude a éste lugar, y ahora que está atestado de gente se siente invadida. Aparta esos pensamientos de su cabeza y avanza junto con sus amigos hacia la dirección que Louis le ha indicado a Lottie cuando ésta le ha llamado. Se abren camino entre la muchedumbre, y finalmente llegan a los pies del escenario. Ahora solo les queda encontrar la entrada hacia el backstage.
-Yo juraría que es por ahí- chilla Anita para hacerse oír entre los gritos del público impaciente. Señala hacia el lado izquierdo del escenario, donde hay un par de guardias vigilando un improvisado acceso hacia el otro lado. Se dirigen hacia allí, propinando codazos a todo el que se les pone delante, y finalmente llegan frente a los dos hombres gigantescos.
-Emm... Hola...- Saluda Lottie con voz temblorosa. Es cierto que los guardias intimidan, pero a ese paso no van a entrar nunca. Claudia, la más impaciente, sale en ayuda de su amiga y se adelanta un par de pasos para estar a su altura.
-Tenemos pases VIP- dice la joven entregándole al hombre que tiene más cerca una tarjeta plastificada. El hombre la examina con atención sin que cambie nada en su expresión, y a continuación se echa a un lado para que el grupo pueda pasar.
Todos entran a la sala apresuradamente y suspiran aliviados al dejar de oír los gritos ensordecedores de los espectadores.
-Vale, ahora hay que buscar su camerino, me ha dicho que estarían en el seis- Lottie encabeza la marcha, con Nate de su mano, aunque al llegar frente a la puerta número 6 la suelta dirigiéndole una mirada apenada. No le apetece recibir miradas de vigilancia por parte de su hermano.
María les sorprende a todos abalanzándose hacia la puerta, y, cuando ésta está abierta, a los brazos de Harry.
-Buscaos un hotel...- murmura Alice riendo mientras pasa junto ellos para entrar en el camerino.
Todos se saludan con dos besos y los chicos les explican el orden en el que saldrán a actuar, ya que no son los únicos artistas que se encuentran allí esa noche. Mientras hablan de trivialidades, Harry se aleja un poco con su novia. Es el momento.
"Tranquilo, en realidad es una tontería... Ni si quiera deberías hacer esto. No tiene porqué contártelo..." piensa en cantante. María le mira extrañada, notando su preocupación.
-Cielo, ¿Ocurre algo?- pregunta con cariño, acariciando su mejilla.
-No... Solo... ¿Puedo preguntarte algo?- "Genial, tu brillante discurso a la mierda. ¿Por qué cuando estoy con ella me olvido de pensar?" -No es nada importante, solo...
-Venga, dispara- le interrumpe María impacientemente a la vez que se cruza de brazos.
-El otro día... Es una tontería, pero... Me fijé que le decías algo a Claudia y...
-Espera... No te entiendo... ¿Cuándo?- pregunta ella frunciendo el ceño, aunque empieza a ver a dónde quiere llegar Harry.
Éste suspira y se relaja. Empieza otra vez desde el principio, más tranquilo ahora.
-El día que estuviste en mi piscina, luego fuimos a comer al bar del padre de Claudia- María asiente con la cabeza, dando a entender que se acuerda, y Harry prosigue -Bien. Pues cuando llegamos, no pude evitar fijarme en que ambas os mirasteis como si nos ocultarais algo a Louis y a mí... Sí, después de que le preguntaras tan extrañada porqué estaba ella allí.
María agacha la cabeza perfectamente. Ese día Claudia iba a ensayar el baile para la competición, por eso le había parecido raro encontrarla en el bar de su padre. Y María casi mete la pata al preguntarle, porque su amiga le había hecho prometer que no se lo contaría a los chicos. Así que salieron del paso con una mirada de "luego te cuento" que obviamente Harry había interceptado, y posteriormente malinterpretado. Y ahora, ¿Qué? Se siente entre la espada y la pared. Si no le da ninguna explicación a su novio, éste pensará cualquier cosa inapropiada; pero si se lo dice estará rompiendo la promesa que le hizo a su amiga...
-Harry... Eh... Yo...- María mira a todos lados menos a su novio. No se ve capaz de mentirle a esos ojos verdes que la capturaron desde el primer momento- No... No puedo contártelo.- se atreve por fin y alza la mirada para encontrarse con la de él, que la mira con la mandíbula en tensión.
-Ya... ¿Y por qué no? No lo entiendo. Deberías poder contármelo todo. ¿Es que tiene que ver conmigo?- exclama el cantante. En su fuero interno sabe que está haciendo mal y que más tarde se arrepentirá, pero lleva varios días dándole vueltas al asunto y necesita una respuesta.
-Harry, no me puedo creer que me estés preguntando eso. ¿En serio? Es que no me lo creo. Es increíble. Ni siquiera tengo porqué contártelo. Y menos ahora que sé que confías tan poco en mí.
Dicho esto, María se da la vuelta y se encamina a paso ligero hacia el pasillo del que han salido. De esta forma, consigue ocultarle a Harry la lágrima que ha empezado a descender por su mejilla. "¿Por qué he hecho eso? No hacia falta enfadarse tanto... Él no tiene culpa de nada. Pero ese era el camino más rápido... Muy bien María. Muy bien.". Con estos pensamientos la chica se seca la mejilla húmeda y entra de nuevo en el camerino, sin encontrar a nadie. Ya han salido todos hacia la sala del principio, probablemente los chicos estén preparándose para salir.

~~~
Ya está todo preparado. Los demás artistas ensayan su actuación, no todos son cantantes. Hay también humoristas, malabaristas a incluso un mago. Niall, Liam, Zayn y Louis se están despidiendo de las chicas, que deberán mezclaras con el público durante el espectáculo, cuando ven aparecer a María por el pasillo de los camerinos. Nadie se fija mucho en ella debido al barullo, pero Claudia no puede evitar darse cuenta de que le ocurre algo a su amiga. Sin embargo ahora no es el mejor momento para preguntarle nada, pronto las echarán de ahí.
-¿Dónde se ha metido Harry? Somos los segundos en salir a hacer la primera canción.
-Tranquilo, Liam, ahora aparecerá- responde Niall. Curiosamente, es el que menos nervioso está.
-Claro. Mira, por ahí llega.
Justo en ese momento llega uno de los organizadores que les indica a las chicas y a Nate que deben salir fuera, y ellos lo hacen sin rechistar, pero de mala gana.
-Luego nos vemos- se despide Ana de Zayn, poniéndose de puntillas para darle un beso en la mejilla, que él recibe con una amplia sonrisa. El moreno la sigue con la mirada, y desea con todas sus fuerzas que todo salga bien.

~~~
Ya solo quedan minutos para que salgan los chicos. El show ha comenzado con uno de los humoristas, para relajar el ambiente con unas risas. Si Ana se estuviera fijando, se habría dado cuenta de que era realmente bueno, y estaría riendo como los demás espectadores. Sin embargo, ella se halla absorta en su propio mundo, leyendo por décima vez en mensaje que le acaba de llegar al móvil, mientras una enorme sonrisa de felicidad aparece en su rostro.
"No sé cómo decirte esto con palabras, así que prefiero decírtelo con una canción. Quiero que escuches atentamente, por que cada una de sus frases están dedicadas a ti."
El mensaje le ha llegado justo cuando anunciaban las primeras actuaciones que tendrían lugar en la noche. One Direction empezaría con One Thing, en su versión acústica.
Ana sólo aparta la mirada de la pequeña pantalla cuando el presentador sale a anunciar el siguiente invitado: Ona Direction. La multitud estalla en aplausos, sin duda serán los protagonistas de la noche. Gritan los nombres de los cinco chicos, y no paran hasta que estos se han colocado cada uno frente a un micrófono. Niall lleva consigo su inseparable guitarra, mientras que los demás solo cuentan con sus increíbles voces, y Zayn con la mirada de Ana fija en él. La guitarra del irlandés empieza a sonar, ahora la gente se halla en silencio para poder escuchar con atención. Liam empieza a cantar, luego le toca a Harry. Éste está distraído, canta sin ganas y sus amigos se dan cuenta, aunque es demasiado tarde. Tendrán que esperar a que termine su canción.
Después Zayn toma su lugar y empieza a cantar.


Some things gotta get loud
Cause if not, they just don't make you see
That I need you here with me now
Cuz you've got that One Thing


Mientras las palabras salen de su boca, cada una entonada de forma única, el cantante no aparta la mirada de Ana, que lo observa con lágrimas en los ojos. Zayn no se veía capaz de decirle lo que siente con palabras, pero con una canción... Es distinto. Y esa canción es perfecta para todo lo que tiene que decirle.

~~~
El show ha terminado. Ha sido perfecto. Se han reído con los chistes de los dos humoristas, han alucinado con las piruetas de los acróbatas y se han emocionado con las canciones de los cantantes invitados, aunque sobretodo con las de sus chicos preferidos. Después de One Thing le han cedido el turno a otro grupo conocido, para salir de nuevo nada más terminar éste a cantar What Makes You Beautiful y Everything About You, con los pasos que Claudia les había indicado. En todas ellas Zayn cantaba únicamente para una persona del público, que lloraba de emoción y alegría. Ahora es tarde, mucha gente ya se ha ido y están recogiendo el escenario.
Ana ve salir a Zayn del backstage y echa a correr hacia allí. Cuando ambos se encuentran, se funden en un deseado abrazo que culmina con el suave roce de sus labios. Se miran un momento sin decir nada, sus sonrisas lo dicen todo, y vuelven a juntar sus rostros en un beso apasionado.
-Eh... ¿Qué ha pasado aquí?- pregunta Niall extrañado al ver a la pareja, sin recibir respuesta. Louis, Liam y Harry salen tras él del backstage y miran a los dos enamorados dándose codazos unos a otros, aunque cualquiera que se fije se dará cuenta de que el último está más serio de lo normal.
-¡Chicos! ¡Me alegro un montón por vosotros! Sois tan monos...- dice Anita ilusionada por su amiga. Sabe que Ana llevaba mucho tiempo esperando ese momento, y solo hace falta ver su sonrisa para darse cuenta de ello.
-Sí, ya era hora- dice Claudia mientras se acerca a su amiga guiñándole un ojo. Alice le da un sonoro beso en la mejilla y le dirige a Zayn un mirada de "cuídala bien". María, por su parte, se limita a abrazarla. No se siente con ánimos para hacer nada más y no quiere deprimir a sus amigos con su mal humor.
-Bueno, la noche va de bien a mejor. Porque, por si no lo sabéis, hay un fiesta esperándonos...- dice Louis alzando las cejas.
-¿Una fiesta? ¡No nos habíais dicho nada!- exclama Ana. Demasiadas sorpresas en una noche, aunque no la cambiaría por nada.
-Queríamos sorprenderos- susurra Zayn cogiéndola por la cintura. Cuántas veces habrá soñado con hacer eso...
-¿Y a qué estamos esperando? ¡Vamos, hay una fiesta esperándonos!- chilla Claudia alzando los brazos y bailando sola. Todos ríen y se encaminan hacia los coches, parando en varias ocasiones para atender a fans ansiosas. Si creen que la noche ha tenido sorpresas, es porque no saben lo que les espera...

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Voilá, capítulo trece. Éste creo que me ha quedado mejor, pero ya sabéis que para mí los mejores críticos sois vosotras, mis lectoras ;)
Me encantaría que comentarais sobre la novela, aunque simplemente sea un "siguiente" en el tablón de tuenti, en twitter (@Clau_C_A) o en el blog. Incluso en tumblr (clau-c-a.tumblr.com). Y si algo no os gusta podéis decírmelo, acepto todo tipo de críticas :D
Espero que os halla gustado, si es así hacérmelo saber, que me animo mucho :3
Y os voy avisando, vienen capítulos intensos ;)
Por si no lo sabéis, subo capítulo nuevo cada dos días. Así que el 14 lo subiré el lunes :)
Un besazo, ¡Os quiero! ♥

miércoles, 14 de marzo de 2012

Capítulo doce.

[Narra Zayn]
Y entonces, sin poder evitarlo, los labios se me curvan en una sonrisa cuando la veo... Está guapísima. Lleva el pelo oscuro recogido con una diadema, y la melena le cae por detrás de los hombros hasta la mitad de la espalda, dejando libre su rostro. Viste unos sencillos vaqueros cortos que le resaltan sus largas piernas, y una camiseta corta con un estampado de flores que le sienta de muerte... Vale, Zayn, quieto. Va a pensar que estás obsesionado.
-¡Eh! No me mires así, que me vas a desgastar- dice Ana poniéndose roja y tocándose el pelo, nerviosa. Al parecer se ha dado cuenta de que la estaba mirando con mucho detenimiento. Decido distraerla con una broma, me tapo los ojos con una mano y avanzo a tientas hacia ella.
-Vale, no te miro. ¿Así mejor?- digo señalándome mis ojos tapados con la otra mano mientras oigo sus dulces carcajadas. Luego noto cómo se levanta para ponerse a mi altura.
-Tampoco hace falta llegar a ese extremo, ¿No?- susurra ella apartando mi mano con delicadeza. Está enfrente mío, a unos escasos centímetros. Puedo oler su agradable aroma y ver de cerca sus increíbles ojos. Nos quedamos así unos instantes, hasta que ella se ruboriza y agacha la cabeza. Se forma un silencio incómodo entre nosotros, que la voz de Alice se encarga de interrumpir.
-Y ya casi lo tenemos todo listo. En un par de semanas como mucho nos mudamos.- al parecer los demás han estado hablando del nuevo piso de las chicas. No me he enterado de mucho, tan solo que está en el centro, probablemente cerca del apartamento de Harry y Louis.
-Ya podríais hacer una fiesta de inauguración o algo así...- dice Claudia lanzando a sus amigas una mirada significativa. Por el rabillo del ojo veo cómo María se encoge entre los brazos de Harry. Según tengo entendido ella no cursará aquí la universidad... Debe sentirse incómoda cada vez que sale el tema de la nueva vivienda de Ana, Alice y Anita.
-Sí anda, para que la destroces recién alquilada- le responde Ana riendo. Parece que ya ha olvidado la extraña situación que ha ocurrido antes entre nosotros. Y debo reconocer que me sorprende, pensaba que ella sentía lo mismo que yo... ¿O solo está actuando?
-Eh, ¡ni que fuera la borracha de las fiestas!- exclama Claudia entre risas, interrumpiendo mis pensamientos. Esta intervención nos lleva a discutir sobre los diversos numeritos que hemos montado la mayoría de nosotros por pasarse con el alcohol. Liam es el que más tiene que contar, ya que él siempre está cuerdo cuando alguno de nosotros ya ha perdido el control y nos ha visto hacer muchas locuras, aunque ésto no ocurre muy a menudo. Nate también nos cuenta alguna de las que ha visto hacer a Claudia, y ella no tiene nada con lo que responderle, al parecer él tampoco acostumbra a beber.
-Sin embargo me sé de unas que en la fiesta de fin de curso...- así la bailarina procede a relatarnos las insensateces que hicieron las cinco chicas dicho día. Todos reímos y escuchamos con atención las diversas versiones de la historia, cada una tiene la suya propia. Lugo los chicos y yo les comentamos que vamos a dar un concierto en Hide Park el sábado, y ellas nos aseguran entusiasmadas que no faltarán.
Poco a poco las conversaciones se van dividiendo.
Veo a Harry y María reír de algo, cada vez se les ve más a gusto juntos. Nate y Lottie también se han separado del grupo y examinan la cámara de fotos de ella, probablemente viendo imágenes que les traen bonitos recuerdos. Louis los vigila con disimulo, su hermana pequeña cada vez pasa más tiempo con Nate y mi amigo solo quiere asegurarse de que estará bien. Él, por su parte, a la par que les echa un ojo, habla con Claudia y su hermano, Pablo. Éste ha salido de casa al escuchar el barullo y al parecer ha decidido quedarse después de saludar a todo el mundo. Liam y Anita también están a lo suyo, igual que Niall y Alice, que no han parado de reír. Y yo... Bueno, a mi me toca la mejor parte: Ana.

[Narra Liam]
-Vale, para, ¡me duele la tripa de tanto reír!- exclama Anita. Se sujeta el abdomen con las manos mientras suelta esas carcajadas que tanto me gusta oír. Es tan alegre... Siempre que estoy con ella me siento mucho más feliz, y esta tarde no va a ser una excepción.
-Pero si no he dicho nada, ¡ni siquiera me acuerdo de por qué nos reímos!- respondo riendo también. Es cierto, no sé cómo hemos llegado a éste punto. En un principio participábamos todos en una conversación común, compartiendo las diversas anécdotas que hemos vivido unos con otros. Más tarde las hemos invitado a venir al concierto del sábado y han aceptado encantadas. Incluso hemos acordado que las chicas vengan a vernos ensayar, a pesar de que Niall se oponía. Le conozco bien y sé de sobra que lo dice porque teniendo a Alice delante no se concentrará. Lo mismo temo yo que ocurra con Anita, cada vez que estoy con ella siento cómo me alejo del mundo real para adentrarme en uno propio, en uno donde solo cabemos nosotros dos.
Antes me preocupaban estos pensamientos. Me decía: "Liam, acabas de cortar con Jessie, ¿Y ya te estás enamorando?". Pero en gran parte fue gracias a Anita si me recuperé tan pronto de la ruptura. Jessie se había ido con otro... Me había hecho mucho daño, pero al estar con mi nueva amiga sentía cómo todos los malos pensamientos desaparecían. Con ella me siento muy a gusto, puedo ser yo mismo con total confianza. Y juraría que ella siente lo mismo que yo... Pero no quiero aventurar nada.
-¿Así que biología?- le pregunto cuando cesan nuestras fuertes carcajadas. Ella me mira confusa debido al brusco cambio de tema que ha sufrido nuestra conversación -Lo comentaste el segundo día que nos vimos- aclaro sin pensar. Luego me arrepiento, no vaya a pensar que llevo la cuenta de los días que nos henos visto, aunque es exactamente lo que hago.
-Ah, es verdad- me dedica una sonrisa -. Sí, siempre me ha atraído mucho la biología. Y en Londres tenían muy buenas ofertas en cuanto a universidades, así que no me lo pensé dos veces- la observo arrancar un poco de hierba mientras la escucho con atención.
-Siempre se me dio bien la biología- comento. Ella me sonríe para después lanzarme el puñado de briznas verdes encima, riendo. Otra cosa que adoro de Anita: siempre ríe en los momentos adecuados. Es imposible estar triste estando ella cerca, y cada día que pasa me apetece más estar en compañía suya. Y no puedo evitar desear que ella sienta lo mismo...

[Narra Claudia]
Vale, esto es alucinante. Ojalá tuviera un sitio así para dar clase. Ya estamos a martes, y nos encontramos sobre un escenario inmenso que tiene todo tipo de elementos preparados para dar un buen espectáculo de luz y sonido. Sobre nosotros hay varios soportes preparados para alzar al cantante en un concierto, y bajo mis pies puedo ver varias trampillas por las que deduzco que saldrá el humo típico de estas actuaciones. A mi espalda tengo una sala en la que se guardan todos los instrumentos necesarios, y frente a mí veo decenas de filas de butacas rojas preparadas para alojar a cientos de espectadores. Desde aquí debe ser imposible actuar frente a tanta gente... No puedo evitar pensar en la competición de baile. El lugar donde tendré que hacer mi actuación será igual o más grande que éste. Estupendo.
Decido pensar en otra cosa.
-Vaya... ¿Y ensayáis aquí siempre?- pregunto observando todo.
-Por lo general sí- responde Harry saliendo de la sala de los instrumentos. Le entrega una guitarra que ha cogido de allí a Niall y nos indica a las chicas que bajemos a las butacas, no sin antes darle a María un ligero beso en los labios.
Nos acomodamos y empiezan a ensayar. El sábado solo cantarán dos o tres canciones, pero han decidido ensayarlas todas, nunca se sabe lo que pedirá el público.
Empiezan con "What Makes You Beautiful", y no puedo evitar fijarme en que no saben cómo colocarse ni qué hacer mientras cantan. A medida que avanza la canción, se me van ocurriendo pasos y movimientos que podrían quedar bien en esa frase, en esa nota, en ese solo. Al fin y al cabo soy profesora de baile, en eso consiste mi trabajo. Han terminado la canción, y Liam sacude la cabeza mientras mira a los demás con el ceño fruncido. Al parecer él también se ha dado cuenta de que les hace falta una coreografía.
-Chicos, estamos perdidos sin Phil.
-¿Quién es Phil?- pregunta Anita, tan curiosa como siempre.
-Era nuestro coreógrafo, pero se ha tomado unos meses libres por paternidad- explica Zayn. Me he fijado en que no le ha quitado la vista a Ana de encima en todo el rato.
-Bueno, chicos, puede que hoy sea nuestro día de suerte- dice Louis con misterio mientras me mira directamente- no por nada tenemos aquí a una bailarina, ¿No?- me sonríe y tiende una mano hacia mí, invitándome a subir al escenario. Lo hago encantada, y en seguida, con sus voces y mi imaginación, creamos un auténtico espectáculo. Les indico dónde tiene que situarse en cada parte de la canción, cambiando de opinión varias veces a medida que se me ocurren nuevas ideas. Les enseño movimientos fáciles para hacer en determinados momentos del estribillo, no puedo crear un baile complejo puesto que ellos tienen que prestar más atención a cantar. Cuando ya está todo preparado, cantan la canción una vez más con los pasos que les he indicado, y aunque quede mal que yo lo reconozca, ha quedado muy, muy bien. Las chicas me dan la razón y aplauden hasta quedar exhaustas, los chicos van a arrasar el sábado y la fundación les estará muy agradecida.
-Wow, Claudia, sí que se te da bien ésto. No me extraña que seas profesora de baile. ¿Nunca has pensado en presentarte a algún concurso? ¡Estoy seguro de que tendrías muchas posibilidades de ganar!- exclama Harry, haciendo que me ruborice.
-Es cierto. ¿No había una competición prevista para finales de verano? Ya deben de haber cerrado las plazas, pero habría sido una buena oportunidad- comenta Zayn. Pero, ¿Cómo se han enterado ellos de que existía tal competición? ¿Se lo habrá dicho Simon? Seguramente... Él es uno de los principales organizadores del evento, y por eso decidí no contarles nada a los chicos sobre ello ya que si salía a la luz los demás participantes podrían pensar que tenía enchufe... Y quería que todo saliera bien.
-Eh... ¿Competición? ¿Qué competición? Pues yo no había oído nada, soy tan despistada... De todas formas ya será tarde, es una verdadera lástima.- digo rápidamente y con voz temblorosa. Ay, Claudia, con lo bien que mientes tú en otras ocasiones... Los chicos no han notado nada y yo suspiro aliviada, hasta que veo la mirada de Louis puesta en mí. Me observa fijamente, con el caño fruncido, intentando ver qué le oculto. Las chicas se han encargado de distraer a los demás, ellas lo saben todo. Pero a Louis no le puedo engañar, me conoce demasiado bien. ¿Cómo hemos llegado a éste punto de confianza en tan solo un mes? Y a mis amigas parece ocurrirles lo mismo. Giro la cabeza, en parte para observarlas y en parte para apartar la mirada de Louis. Lo primero que veo es a Niall sentado sobre el respaldo de una de las butacas, con Alice a su lado. El rubio ha bajado del escenario para charlar con ella, mientras los demás hablan también por su cuenta. Alice ha cogido la guitarra del cantante y le pide que le enseñe a tocarla. Niall se coloca detrás de mi amiga y la rodea con los brazos, poniendo el instrumento a su altura. Veo cómo las blancas mejillas del cantante se colorean ligeramente al sentir el contacto de Alice, pero no se aparta en ningún momento. Él coloca sus manos sobre las de ella y la va guiando mientras juntos tocan una agradable melodía que reconozco como la canción de One Thing.
Llegados a este punto aparto la vista, no quiero ser indiscreta. Además se les ve muy bien juntos y prefiero dejarles intimidad.
Voy hacia el borde del escenario y me siento en él con los pies colgando en el vacío. Noto una presencia detrás de mí, y sé perfectamente quién es antes de que se siente a mi lado.
-Así que no sabías nada sobre la competición- me dice una voz amistosa.
-Ya sabes, Louis, vivo en mi mundo... Es una pena que no me enterara a tiempo- respondo poniéndome un mechón de pelo rebelde tras la oreja. No va a ser fácil...
-Ya...- Louis desvía la vista hacia el frente, mirando al infinito. Aprieta la mandíbula, quiere decirme algo pero no encuentra las palabras. Supongo que quiere preguntarme si le oculto algo, pero sin mostrar desconfianza.
Vale, pensemos. Claudia, es Louis. Se lo puedes contar, entenderá que no lo hayas hecho antes... Además, si no fuera famoso ya se lo habrías contado hace mucho, y tú misma has decidido tratar a los chicos como si no aparecieran en portada de revista. Vamos, solo a él, no se lo dirá a nadie...
-Louis...- digo bajando la voz. Él se gira hacia mí de inmediato.
-¿Qué pasa? ¿Y por qué hablamos en voz baja?- río al escucharle, y entonces todas mis dudas desaparecen.
-Tengo que contarte algo. No, no me mires así, es algo bueno, creo. No, no estoy embarazada. ¿Quieres escucharme?- le regaño, parece un niño pequeño al que le van a contar un gran secreto y no puede esperar hasta saberlo.
-Vale, vale, yo no interrumpo más, ¡pero cuenta ya!- me zarandea por los hombros con impaciencia, provocándome nuevas carcajadas.
-Está bien, ya voy. Pero prométeme que no se lo vas a decir a nadie, Louis. A nadie.- él me mira entristecido, sé que no le gusta guardar secretos a sus amigos, pero finalmente accede.
-Sí que sabía lo de la competición.- empiezo. Hago una pausa para ver su reacción, pero él aún no sabe por donde voy y me anima a seguir -Lo sabía, y de hecho estoy apuntada.
Ahora sí que reacciona.
-¿¡QUÉ!?- exclama demasiado alto. Los demás se giran para mirarnos con curiosidad, pero enseguida vuelven a sus cosas -¿Vas a ir a Dancing Challenge?- me pregunta, ahora más calmado.
-Sí, Nate consiguió apuntarme. Louis, escucha, hay un motivo por el que no os lo he contado. Simon Cowell es uno de los principales organizadores, y también es vuestro productor musical. Me daba miedo que la gente se enterara y pensara que había entrado en la competición con enchufe, porque ya sabes que no puede presentarse cualquiera. Hay que tener experiencia y cierto nivel para participar.
-Tranquila, lo entiendo.- examino su expresión, parece que dice la verdad.
-¿No estás enfadado?- le pregunto algo temerosa de oír la respuesta.
-¿Cómo voy a estar enfadado? ¡Estoy muy emocionado! No sé mucho acerca de esa competición, pero por lo que he oído concursa gente muy experimentada. Eso te pone en un nivel muy significativo, Claudia. ¡Podías llegar muy alto!- veo cómo se le va iluminando la cara a medida que se imagina la situación, y no puedo evitar contagiarme de su alegría.
-¡Sí! Según los folletos que tengo en casa los ganadores no se llevan ningún premio material, como dinero o algo así, sino que optan a trabajar con los mejores expertos en el baile, ya sea protagonizando alguna película o espectáculo o dirigiendo coreografías para ello. Es mi sueño, Louis... Poder ver un espectáculo en la tele y decir "eso fue obra mía", ¿te imaginas?
-Suena bien, desde luego... Y creo que tienes muchas posibilidades, solo tienes que ensayar duro.- al oír esto adopto una expresión preocupada, por ahora no tengo nada preparado, ni siquiera he elegido una canción para mi actuación... Louis me tranquiliza, me mira con esos increíbles ojos azules y me dice que ya habrá tiempo y que él me ayudará en lo que sea necesario, aunque ambos sabemos que sus aportaciones serán escasas. Entonces Liam sube de nuevo al escenario donde Lou y yo nos encontrábamos y nos saca de nuestra apasionada conversación para avisarnos de que deben ensayar otra vez.
La tarde avanza sin ninguna sorpresa más, los chicos ensayan todas las canciones y yo les ayudo en unos cuantos pasos más, recibiendo miradas de Louis que me llevan a pensar que está orgulloso de mí. Aunque también veo algo más en esas miradas, algo que no logro descifrar...

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Y ahí os dejo el doce :) Ayer empecé a escribirlo con un dolor de cabeza horrible, así que perdonadme si lo veis un poco malo :(
Y en caso de que os guste, que espero que sí, me encantaría que me lo dijerais. Ya sabéis, por tuenti, por twitter (@Clau_C_A) o por aquí, lo que mejor os venga. Y si no os gusta también, yo solo quiero mejorar :)
Un besazo muy grande, ¡os quiero lectoras!

lunes, 12 de marzo de 2012

Capítulo once.

[Narra Louis]
Dos semanas después.
Uf, hace un calor insufrible. Harry y yo hemos bajado a la piscina, pero él se ha llevado a María, cómo no. Desde esa increíble cita que tuvieron ya son inseparables. Amor, supongo.
-No me digas eso, sabes que no es verdad.- María está sentada sobre las piernas de mi amigo, y le acaricia los rizos con delicadeza.
-Claro que sí, eres preciosa. Louis, ¿Verdad que es preciosa?- ¿Se está dirigiendo a mí? Le contesto con un simple "ajá" y vuelvo a mi lectura. Este libro me aburre, será mejor que lo deje.
Me levanto y camino hacia el agua, necesito un baño para refrescarme. No sé qué me pasa últimamente, estoy totalmente apagado. Supongo que será por la sorprendente ola de calor que ha invadido Londres en estos últimos días. O puede que necesite hacer algo ya, estas semanas han sido demasiado monótonas, y la parejita perfecta no ayuda mucho. Ahora están en esa época empalagosa en la que se vuelven insoportables a oídos de cualquier persona capaz de sentir vergüenza ajena.
Me vuelvo hacia ellos, ahora están discutiendo sobre cuál de los dos quiere más al otro. Pongo los ojos en blanco y me meto de un tirón en el agua, que por suerte está fresca.
Esta tarde podríamos quedar con las chicas, hace bastante que no las vemos y Zayn no para de repetir que quiere ver a Ana. A ver si se lanza ya, no sé a qué espera.
Nado un poco más y después me tumbo al sol sobre una toalla, aunque enseguida empiezo a achicharrarme y me sitúo bajo la sombra de uno de los arboles del jardín de la piscina.
Me vuelvo de nuevo hacia la pareja feliz, desde aquí no puedo oírles, pero Harry está susurrando algo al oído de María, que se ríe y le besa.
Sí, lo mejor será que quedemos con las chicas. Me niego a pasar otra tarde soportando a estos dos, pero tampoco quiero cortarles el rollo, parecen muy felices. Además ya hecho de menos una charla con Claudia, he descubierto que cada vez me gusta más hablar con ella, y hace tiempo que no lo hago. Harry me repite todo el rato que la invite a salir, que se nota que nos gustamos, bla bla bla, pero yo creo que no es así. Es simplemente una buena amiga. Me entiendo muy bien con ella, nos reímos mucho juntos y tengo mucha confianza con ella, pero eso es lo que hacen los buenos amigos, ¿No? Supongo que sí.
Me incorporo y alcanzo mi móvil. Marco un número y hablo yo antes de que mi interlocutor tenga tiempo de responder.
-Hey, Zayn, ¿Que tal? Bien, ¿No? Claro que sí. Oye, ¿te hace una quedada con las chicas esta tarde?
-Eh, eh, para un momento, que no me dejas procesar. ¿Una quedada dices? Claro que sí, ya sabes que lo estaba esperando.
-También podrías llamarlas tú, ¿No crees?
-Tú eres el vecino. Además...- le oigo vacilar.
-Además, ¿Qué?- le animo a seguir.
-Además me da vergüenza, ¿Vale?- dice bruscamente.
-Uoh, a Zayn le da corte hablar con chicas. Verlo para creerlo. ¿O es que solo te da corte con una chica en especial?- sonrío con sorna a pesar de que sé que él no puede verme.
-Bah, lo que tú digas. ¿Las llamas o no?- noto cómo quiere acabar pronto de hablar del tema, intenta quitarle importancia al asunto.
-Descuida...
-Guay. Hasta luego.
-¡Avisa a los demás!- le recuerdo antes de que cuelgue.
Dejo el teléfono a un lado y busco algo de música en mi iPod. De fondo puedo oír las risas de Harry y María. Ya les contaré el plan más tarde, no quiero interrumpirles. Ya me he colocado los cascos y empezado a sonar una de mis canciones favoritas, cuando mi móvil suena. Lo cojo sin mirar quién es con algo de rabia, ahora que me estaba relajando...
-¿Sí?
-¿Louis?- pregunta una voz conocida al otro lado de la línea.
-Sí, Simon, soy yo. Dime.- le respondo con educación a nuestro productor musical. En X Factor nos ayudó mucho y depositó mucha confianza en nosotros, pero no puedo evitar sentir algo de... Miedo, mezclado con respeto, hacia él.
-Bueno, antes que nada, ¿Qué tal os va todo?- me pregunta. Hablamos un rato sobre el relajado verano que estamos teniendo los chicos y yo, e incluso le menciono nuestra amistad con las chicas.
-Vaya, eso es estupendo.
-Sí, lo es- sonrío al aire.
-Al grano. La fundación con la que colaboro va a hacer un concierto solidario en Hide Park. Me han pedido que encuentre a algún artista con algo de renombre para que asista al evento e incite a la juventud a participar y pagar el donativo de la entrada. Y he pensado en vosotros, ¿Qué os parece? Os vendría bien para vuestra imagen, aparte, claro está, de que seríais de gran ayuda a la fundación. Además según parece lleváis mucho tiempo relajados, no vaya a ser que se os caduquen las cuerdas vocales.
-A mí me parece bien, pero ya sabes que tendría que hablarlo con los demás. ¿Cuándo sería?
-En una semana... Lo sé, es muy pronto, pero solo tendréis que cantar un par de canciones y luego simplemente estar por allí con los demás invitados, animando el ambiente.
-Tranquilo, parece que estés tratando de convencerme- digo riendo -A mi me parece genial. Es poco tiempo, sí, pero con ensayar un par de veces valdrá, ya nos lo sabemos bien del último tour- continúo, pensando en el último concierto que dimos, donde conocí a Claudia.
-Genial. Os mando por correo toda la información. ¿Llamo a los chicos o ya se lo dices tú? He intentado llamar a Harry pero no me cogía el móvil...- me giro hacia mi amigo, ahora se encuentra ocupado extendiendo crema solar por la espalda de su novia. Normal que no haya escuchado el teléfono.
-Descuida, ya les aviso yo y lo preparamos todo por nuestra cuenta.
-Perfecto. Hasta luego.
Cuelgo y recojo mis cosas, me estoy achicharrando del calor que hace. Además será mejor que suba a casa y mire lo que me ha mandado Simon, y también debería ir llamando a los demás para decírselo. Ah, y también a las chicas para vernos esta tarde. Pero, qué soy, ¿El recadero?

[Narra Claudia]
No, así no. Y así tampoco. ¡Mierda! No se me ocurre nada. ¿Pero qué te pasa Claudia?
Miro la imagen que el espejo me devuelve, solo veo a una chica vestida con unas mallas y una camiseta cómoda que luce una tremenda cara de agobio. Me recojo el pelo en un moño desordenado y suspiro. Sé que aún me queda tiempo, pero no puedo evitar agobiarme. A esta competición acudirá gente muy preparada, tengo una dura competencia con la que lidiar. Y si quiero impresionar a los jueces y demás gente importante tengo que estar muy preparada.
Comienzo a morderme las uñas, hace años que dejé ese vicio. Paseo nerviosa en círculos, ahora la sala de baile se me hace muy pequeña. ¿Qué va a ser pequeña? Si aquí dais clase lo menos 10 personas y cabéis perfectamente. ¿Ahora hablo sola? Genial. Seguro que una loca causa muy buena impresión en el casting. Vale, relax. Mi mirada se posa nuevamente en el espejo, y la chica del reflejo me devuelve la mirada, la misma mirada preocupada. Voy hacia los altavoces y me agacho para coger el iPod. Por una vez, estoy yo sola en la sala. Prefiero estarlo, no me gusta que la gente me vea así de frustrada, y menos mis alumnos. Supongo que en el fondo lo hago para que los demás no me vean en mis momentos más débiles, ya que luego podrían utilizar esas debilidades contra mí.
Busco una canción en el iPod. He decidido bailar baile moderno, nada de tango, salsa y demás bailes de pareja. Sería muy complicado. Y lo del ballet no va conmigo, así que lo único que me queda es moderno. Todavía no tengo muy claro que tipo haré en concreto: hip hop, break dance, o algo un poco más light. Supongo que lo iré viendo según vaya ensayándolos todos con sus respectivas canciones, canciones que aún no he elegido por cierto. Oh, no, no te agobies otra vez. Y deja de hablar sola.

[Narra Harry]
Louis aparca en el mismo sitio en el que aparqué yo la primera vez que vinimos aquí. Dios, si que está llena esta parte de la cuidad. Hemos decidido venir a comer al restaurante de Rob, el padre de Claudia. Ya estamos hartos de pedir pizza y comida basura, y a ninguno de los dos se nos da demasiado bien la cocina. En este sitio se come muy bien, y además tenemos muy buenos recuerdos de él.
Suelto la mano de María, la cual he estado sosteniendo durante todo el camino, y rodeo el coche para abrirle la puerta a mi novia. Mi novia. Qué bien suena... Por el rabillo del ojo veo a Louis poner los ojos en blanco. En el fondo le entiendo, y me parece muy bonito por su parte no interrumpirnos o intentar separarnos un poco. No sé si yo habría hecho lo mismo en el caso contrario, supongo que sí.
Entramos en el bar-restaurante, está bastante lleno. Solo queda un sitio libre en la terraza, sitio que nadie quiere por estar sin la protección de ninguna sombrilla.
-Va a ser difícil encontrar sitio...- murmura María. La rodeo la cintura con mi brazo, he visto como un chico de la mesa de al lado la miraba de arriba a abajo, demasiado intensamente para mi gusto.
-Es verdad... Es una pena, pero vamos a tener que buscar otro sitio- dice Louis.
Sin embargo, antes de que salgamos del sitio una vos nos llama por detrás.
-¡Eh! ¡María! ¡Harry! ¡Louis!- al darnos la vuelta vemos a Claudia abrirse camino entre dos sillas demasiado juntas.
-Pero, ¿Qué haces tú aquí?- le pregunta María -¿No ibas a ensayar... eso?- Noto cómo mi novia agacha la cabeza y vacila al decir ésto último. ¿Me estaba ocultando algo?
Claudia la mira con los ojos muy abiertos y responde lentamente, como si le estuviera dando a entender algo que solo ellas comprenden.
-Sí, eso... Pero ya he terminado. Venid por aquí- nos conduce hacia la barra, cogiendo a su amiga del brazo, y creo oír cómo le susurra un "luego te cuento" al oído. Miro a Louis y por su expresión sé que ha decidido lo miso que yo: no darle más importancia al asunto. Si nos lo ocultan tanto será por algo.
-¿A dónde nos llevas?- pregunta mi amigo divertido
-A dentro del local, mi padre tiene allí un miniapartamento donde se queda a dormir a veces cuando es muy tarde para volver a casa. Tiene también una pequeña cocina, cabemos los cuatro. Le diré que nos lleve algo. ¿Alguna preferencia?
-A mí me apetece algo con jamón. Jamón serrano. Echo de menos ese sabor, aquí no lo encuentras en ningún lado- dice María con una risita.
-Estupendo, ahora veo que puedo traer.
Por el camino un par de chicas de nuestra edad que estaban tomando algo en la barra nos reconocen a Harry y a mí. Estamos unos minutos con ellas mientras Claudia avisa a su padre de que estaremos dentro, nos hacemos unas fotos con sus cámaras y nos despedimos con un abrazo. Sin embargo, en ningún momento me distancio de María, al fin y al cabo las fans pronto se enteraran de nuestra relación, no tengo ninguna intención de ocultarla.
Hemos llegado a un cuarto pequeño donde sólo hay una mesa redonda y una par de sillas. Louis y yo cogemos dos más de una especie de trastero que hay en un lateral y nos sentamos en ellas. Al poco rato Claudia llega con varios platos repletos de tapas y aperitivos deliciosos, típicos españoles.
Veo cómo Louis y Claudia se miran con complicidad varias veces durante la comida. Supongo que ella también piensa que María y yo somos unos exagerados, pero que le voy a hacer. La adoro demasiado.
-Bueno... Me alegra saber que os va tan bien, chicos- comenta la anfitriona cogiendo un poco de pan del centro de la mesa- Espero que os dure un montón- nos sonríe y yo abrazo a María por los hombros para demostrarle que así será.

[Narra Zayn]
Jay nos abre la puerta con una encantadora sonrisa. Físicamente no se parece mucho a su hijo, Louis, pero comparten esa alegría y entusiasmo por todo.
-¡Chicos! Qué bien que hayáis venido, los demás están ya aquí.
-Sentimos la tardanza, es que a alguien- remarco la palabra mirando fijamente a Niall- le ha entrado hambre de repente, y no podía esperar.
Harry, que nos había llevado en su coche al rubio, su novia y yo, se abre camino con ésta de la mano.
-Buenas, Jay- dice y le dirige una sonrisa a la dueña de la casa, que mira con curiosidad las manos unidas de la pareja.
En el salón están Liam y Louis, junto con Nate y Lottie. Parece que estos dos acabarán juntos también tarde o temprano.
-¿Y las chicas?- pregunto después de saludarles a todos.
-Me ha dicho Clau que en cinco minutos están aquí, acaba de ir a buscarlas- me responde la hermana pequeña de Louis. Sus otras hermanas, las gemelas, estaban en el jardín jugando.
Estupendo, ya queda menos. Hace días que no la veo, la echo de menos.
Entonces aparece Alice por la puerta, que esboza una gran sonrisa al vernos.
-Vamos, salgamos fuera, que hace muy buen día. Las demás están en el jardín de Claudia.
Coge del brazo a Niall, que es el que más cerca tiene. Aunque dudo que lo haya escogido solo por eso.
La seguimos fuera, es cierto que se está muy bien. Antes hacía mucho calor, demasiado, pero a medida que ha avanzado la tarde el sol ya no calienta tanto
Pasamos del jardín de los Tomlinson al de los Chester. Allí están todas las que faltaban, tumbadas en el césped tomando el sol. Me fijo en que Liam se ha buscado un hueco junto a Anita, y que Niall y Alice se han sentado muy pegados en una hamaca. Los demás se han sentado en circulo sobre la hierba. Y entonces, sin poder evitarlo, los labios se me curvan en una sonrisa cuando la veo...

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Aquí os lo dejo :D
Espero que os haya gustado :) Y he descubierto por fin que si son bastantes las que leéis mi novela, y os lo agradezco un montón ♥
Ahora solo queda que comentéis ;) Muchas ya lo hacéis por tuenti, y yo os contesto encantada ya lo sabéis :) pero sé que muchas de las lectoras os limitáis a leer cuando subo capítulo... Por favor, comentar, es importante para mí :(
Os dejo aquí mi twitter @Clau_C_A y mi tuenti ya lo tenéis, también podéis dejar comentarios en el blog :)
Un beso, ¡Os quiero! ♥